Cerca de 200 locales comerciales convertidos en escombros; decenas de familias claman por ayuda en una zona donde nadie se ha parado para brindarles ayuda
Son las cinco de la tarde y no para de llover en Playa Revolcadero, los más de 200 locales comerciales que eran la fuente de empleo de decenas de familias hoy no son más que un montón de escombros; los propietarios de los inmuebles observan con impotencia cómo las olas del mar acaban con lo poco que dejó el huracán John a su paso por Guerrero.
La presidenta de la Unión de Concesionarios y Prestadores de Servicios de Playa Revolcadero, Ofelia Niño Pineda, afirmó que la zona del desastre está en pérdida total. Ninguno de los locales comerciales escapó al impacto del meteoro y para variar tampoco se ha presentado ninguna autoridad a auxiliar a las familias que lo perdieron todo.
"No sabemos qué va pasar con nosotros, si el gobierno si acaso nos va ayudar porque nos quedamos en la calle", esbozó la dirigente de comerciantes Niño Pineda, al señalar que está la promesa de un censo para los damnificados pero no tenemos idea de cuánto va a llegar la ayuda.
Y es que la primera autoridad de Acapulco, la presidenta Abelina López Rodríguez, no ha movido un dedo para llevar ayuda humanitaria a las familias que perdieron su fuente de ingreso. “Ni siquiera agua nos ha traído”, reprocharon los afectados al mismo tiempo que dijeron que ahora vivirán de la caridad.
Antes nos visitaban turistas a esta emblemática Playa, donde por muchos años se llevaban a cabo torneos de Surf, -ahora la gente llega en estos momentos de angustia a contemplar el tamaño de la desgracia- comentó Jesús Castillo Cárdenas, mientras en sus ojos se observa el escurrimiento de lágrimas al llorar por la pérdida de su restaurante que se encontraba frente al reventó de olas.
Castillo Cárdenas, llora porque ya podrá darles empleo a 25 personas en su negocio. Tampoco sabe si algún día podrá recuperar toda la inversión que le llevó años para poder construirlo; no piensa solamente en él sino en las familias que dejarán de comer al no tener ya una fuente de sustento.
La escena que se contempla al llegar a Playa Revolcadero, es impactante. Pareciera que en ese lugar hubo un terremoto o un bombardeo; la gente camina en medio de la desolación para sacar el poco producto que aún queda entre los escombros para alimentar a sus familias pues a pesar de que han pasado ya varios días, ningún tipo de ayuda les ha llegado.
Esperan aunque sea una despensa para no morir de hambre en lo que piensan cómo salir adelante.