Por: Alejandro Ramírez 

CIUDAD DE MÉXICO 18 DE JULIO DE 2024 (AFN).- El jefe de gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres, ordenó sacar “el cascajo” de los edificios y casas destruidas desde el sismo de 1985, para reconstruir mobiliario urbano, como parte de la presentación de la nueva Ley Ambiental.

Acompañando por varios de sus funcionarios, señaló que en sus 335 artículos, el nuevo ordenamiento contiene aspectos como la eliminación del concepto de “suelo rural”, pasando a clasificarse como suelo de conservación, lo cual era una demanda de las comunidades indígenas y originarias.

Batres Guadarrama felicitó a la titular del medio ambiente por esta publicación, y enfatizó el reforzamiento de programas como el del agua, para asegurar su viabilidad para el beneficio de los habitantes de la capital del país con una iniciativa para eliminar el suelo rural, con lo cual se evita la urbanización de las zonas de reserva ambiental, apartado que contemplaba la Constitución de la Ciudad de México.

“Da certidumbre de que no se recorre la línea de la conservación hacia atrás, junto con fortalecer las sanciones hacia los talamontes, reformando el código penal para evitar que los detenidos sigan presos y no salgan a las siguientes horas de su arresto”, comentó.

Explicó que entre los cambios en materia ambiental, está el terminar la planta de desechos sólidos en la Gustavo A Madero, la planta fotovoltaica en la Central de Abasto y la inauguración de la planta de “cascajo”, esta última servirá con la instrucción dada hoy para sacar todo el cascajo que se depositó de los sismos de 1985 en el lago de San Gregorio Atlapulco, Xochimilco, procesarlo en esta planta y usar el material para la construcción y reconstrucción de infraestructura urbana en toda la CDMX.

Entre las novedades, esta legislación fomenta la captación de agua pluvial y de uso del vital líquido no potable donde no se requiera, y los constructores deben dedicar 3% del presupuesto de grandes obras para apoyar medidas de mitigación ambiental.