Texto: Joel F. Gálvez Vivar
Fotos: Karol Joseph Gálvez López
San Juan Bautista Suchitepec, Huajuapan de León, Oaxaca, México. 21 de Octubre 2016.- Según la tradición mixteca, los dioses de esta tribu vivían en una garganta de las montañas de Apoala, antes de que el hombre apareciera en la Tierra. Tales dioses crearon a la humanidad de una pareja de jóvenes que surgió de dos árboles majestuosos, que había en aquellos parajes. Bajo este precepto con toda seguridad, podemos afirmar que los mixtecos fueron poblándose en los valles, cañadas, lomeríos, cauces de ríos, en fin, donde encontraban tierra fértil y agua suficiente para su superasistencia; con cultura, idioma e identidad propia; los mixtecas fueron edificando palacios, monumentos, enormes templos en honor a sus dioses, además de que plasmaban ya a través de pinturas rupestres, jeroglíficos, símbolos, escudos e historia, sobre su paso por estas tierras sagradas, dejándonos los códices, en el que narran sus grandes hazañas. Así tenemos a San Juan Bautista Suchitepec, pequeño poblado, cabecera municipal, incrustado en un leve llano, sobre un montículo de tierra firme, sobre la dura roca conocido en mixteco como “Tepetate”; que tiene cultura, esencia e identidad propia; así lo confirman, con grandes, como pequeñas piezas arqueológicas prehispánicas que los oriundos conservan intactos, incrustados en los muros tanto del palacio municipal, como en el templo y casas particulares. Y para mayor exactitud, se tiene a la vista una piedra de tepetate puro, labrado de una flor, en cuyos abiertos pétalos, expresan la hospitalidad e identidad de los pobladores, debido a que Suchitepec, en idioma mixteco, significa “flor sobre tepetate”, según testimonio de don nonagenario Félix Cañamo Vásquez, oriundo de este suelo; luego, una más se detalla con precisión jeroglíficos y figuras diversas, determina con precisión que la raza mixteca, además de autóctona, cuenta con idioma y territorio propio; una tercera pieza, en el que mira el escudo y simbología de Suchitepec, que a falta de estudio antropológico e investigación a fondo, para conocer esencialmente la cultura de este noble como culto pueblo de Suchitepec.
Estos vestigios prehispánicos, son testimonio floreciente de los ancestros; piedras talladas que fueron hallados en cerro conocido como siempre viva, afirma don Félix Cañamo Vásquez; mucha gente tanto de Suchitepec, como de los circunvecinos, fueron al cerro por diversas piezas y se los llevaron; el oriundo no sabe ni conoce con exactitud la cultura que aquí floreció, ni el tiempo en que esto ocurrió; solo las piezas son la más valioso reliquia sagrada de Suchitepec; que coinciden con las piezas encontradas en el cerro de las minas, de Huajuapan de León; tienen una semejanza idéntica, lo que hace pensar que bien pudiese corresponde a la cultura Ñuiñe; al igual que las descubiertas en la zona arqueológica de San Juan Viejo, jurisdicción de San Juan Diquiyu; o la identidad de las que conserva el poblado de Tequixtepec, en su museo comunitario. Suchitepec, se erige orgulloso de la cumbre de cerros, que lo circundan, en la gran nación mixteca, como uno de pueblos prodigiosos de la cultura autóctona, idioma y territorio propios; noble y hospitalario; culto al por mayor; porque son descendientes directos de los grandes dioses de la mixteca oaxaqueña. Suchitepec, es esencia del mítico caballero de raza de águila forjado en crisol del gran combate de los ancestros.