Texto: Joel F. Gálvez Vivar
Foto: Tásacua Vivar
Tepelmeme villa de Morelos, Coixtlahuaca, Oaxaca, México; 5 de Agosto 2016.- Uno de los sitios remotos, enigmáticos y bellos de la zona Chocholteca es el río ‘Xiquilla’, que nace en las entrañas de un profundo cañón, en tierras del municipio de esta municipalidad, en la jurisdicción distrital de Coixtlahuaca, Oaxaca.
En este contexto, el Comisariado de Bienes Comunales de la municipalidad, está organizando una exposición fotográfica denominado ‘Biodiversidad de Tepelmeme’ del 2 al 8 del actual, con el apoyo de la reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán, con el propósito de dar a conocer a los turistas y visitantes, una amplia gama de la riqueza natural con que cuenta esta zona de la región Chocholteca oaxaqueña de la flora y fauna, además de hermosos paisajes de los pueblos y comunidades indígenas de la grande nación Chocholteca que asentó sus reales en esta parte de Oaxaca.
El río Xiquilla además de sus sulfurosas aguas representa lo más enigmático y sublime caprichosas de su belleza natural; luego de su nacimiento del profundo cañón de las entrañas de la madre tierra, se une el río grande y el rio poblano, de donde junto a los manantiales que brotan en una Huerta de origen prehispánico y que se precipitan en hermosas cascadas bajan sus aguas en trayectos sinuosos por más de 35 kilómetros hasta unirse al río salado.
Para luego juntarse con el río Cuicatlán en el cañón del Tomellín (un poblado perteneciente al municipio y distrito de Cuicatlán, región de la Cañada oaxaqueña), y luego formar el majestuoso río Papaloapan a atraviesa la región de Tuxtepec, Oaxaca.
El nombre del río proviene de la palabra náhuatl ‘XIQUILIT’ que significa ‘planta de añil’, una planta que sirvió para hacer un colorante azulado desde la época prehispánica y colonial, y que aún crece de manera silvestre en este paradisiaco lugar, donde además crecen plátanos de diversos tipos, mameyes, chicozapotes, guayaba, zapote negro, papaya, café y otras plantas endémicas.
Los nativos refieren que para ir al sitio hay que disponer de por lo menos tres días y caminar por lugares sinuosos, montañas, grandes subidas y pendientes. Además de una buena condición física, las actividades a desarrollar es llamada ‘Solo para aventureros’, que vale la pena conocer, para que así se realice una valoración concienzuda, digna de promocionar su conservación de la flora y fauna que son abundantes en su existencia, concluyeron.