CIUDAD DE MÉXICO 23 DE FEBRERO DE 2017 (La Silla Rota).- Este miércoles el secretario de Estado de Estados Unidos, Rex W. Tillerson, llegó a México para una serie de reuniones que mantendrán con el secretario de Relaciones Exteriores mexicano, Luis Videgaray, el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong y finalmente con el presidente, Enrique Peña Nieto.
Los principales objetivos de esta serie de reuniones es tratar temas como deportaciones y una posible negociación para que México pague por el muro, según el diario New York Times.
Incluso el informativo aseguró que el viernes los funcionarios norteamericanos tendrán que entregar un informe de cálculos del dinero y las ayudas que Estados Unidos le da a México, una tarea que Trump les designó, pues lo firmó en su primera orden ejecutiva para la construcción del muro.
La administración Trump, que fijó el plazo del viernes en una nota interna del Departamento de Estado este mes, no ha explicado explícitamente por qué ordenó la revisión. Pero su inclusión en la orden ejecutiva que establece que se construya un muro sugiere que Trump ha unido las dos cuestiones y puede estar buscando un mayor apalancamiento en las negociaciones con México.
Estas situaciones, se suman las profundas tensiones entre los dos países. Tillerson, el principal funcionario estadounidense llegó con John F. Kelly, el secretario de Seguridad Nacional, sólo un día después de que el gobierno de Trump publicara documentos que ordenaran una represión de la inmigración en Estados Unidos.
Los periódicos han descrito las nuevas políticas de deportación de la administración Trump en términos apocalípticos, diciendo en algunos casos que representaban "una guerra" contra millones de mexicanos en Estados Unidos.
Por su parte, el canciller mexicano, Luis Videgaray, dijo el miércoles que el paquete de directivas de inmigración es "algo que, sin duda, nos preocupa a todos los mexicanos" y será "el primer punto en la agenda" cuando se reúna con su homólogo estadounidense.
La brecha en las relaciones de Trump con México no sólo es más profunda, sino que también es probable que empeore.
Para México, esta es una reunión importante pues podría decidirse si luchar o apaciguar a una administración que ha extorsionado constantemente a su país.