ESTADOS UNIDOS 15 DE FEBRERO DEL 2017 (La Silla Rota).- El presidente estadounidense Donald Trump denunció que las informaciones sobre su "conexión" con Rusia, que vinculan a asesores de su campaña electoral con agentes de la inteligencia de ese país, son "un sinsentido", al atacar de nuevo a los medios por sus "teorías de la conspiración".
"Este sinsentido de la conexión rusa es simplemente un intento de encubrir los muchos errores cometidos en la campaña perdedora de Hillary Clinton", dijo Trump en un tuit acerca de la que fue su rival demócrata en las elecciones del pasado noviembre.
En otro tuit, el presidente armó que "los falsos medios de comunicación se vuelven locos con sus teorías de la conspiración y odio ciego", al mencionar especícamente a las cadenas CNN y MSNBC.
De acuerdo con informaciones publicadas en las últimas horas por varios medios, entre ellos CNN, The New York Times y The Washington Post, asesores de la campaña presidencial de Trump y otros de sus colaboradores más próximos mantuvieron "reiterados contactos" con agentes de la inteligencia rusa durante el año previo a las elecciones en Estados Unidos.
Miembros de la campaña electoral de Donald Trump y otros asesores mantuvieron repetidos contactos con agentes de inteligencia rusos durante el año anterior a las elecciones presidenciales, reveló The New York Times citando cuatro fuentes anónimas de la Administración.
La noticia coincide con el escándalo de los contactos opacos de Michael Flynn, ex consejero de Seguridad Nacional de Trump, con un diplomático ruso.
Según el Times, las fuerzas de seguridad y de inteligencia estadounidenses interceptaron las comunicaciones en el marco de la investigación sobre el ciberespionaje durante las elecciones americanas, tras la cual concluyeron que el Kremlin había estado maniobrando para denigrar a la candidata demócrata, Hillary Clinton, y favorecer la llegada de Trump a la Casa Blanca.
Los investigadores estadounidenses querían averiguar si desde la propia campaña del empresario neoyorquino se había estado colaborando en esta trama de ciberataques, que Rusia ha negado en todo momento, y fue entonces cuando afloraron esos contactos, con al menos cuatro personas. Pero las fuentes del Times no han visto pruebas de una colaboración, como la mencionada, para influir en los comicios. Las conversaciones, además, son diferentes de las de Flynn.
Uno de los asistentes de Trump que habría participado en esas conversaciones fue el jefe de campaña, Paul Manafort, que precisamente durante el verano acabó dimitiendo porque había asesorado al presidente prorruso de Ucrania, Víktor Yanukóvich. Manafort negó las citadas conversaciones publicadas por el Times. Por parte de Moscú, además de agentes de espionaje, en los contactos también estaban miembros del Gobierno.
Tanto la dimisión de Flynn como la intercepción de estas llamadas arrancan del caso de ciberespionaje que marcó la recta final de la campaña electoral americana y de la presidencia de Barack Obama. Los servicios de inteligencia acusaron formalmente a Vladímir Putin de estar detrás de una trama para interferir en los comicios.
Cuando las conclusiones de la Inteligencia de Estados Unidos fueron firmes y públicas, a finales de diciembre, Obama impuso duras sanciones contra Rusia que incluyeron la expulsión de 35 diplomáticos. Es por ese entonces cuando Michael Flynn, general retirado que Trump había escogido como consejero de Seguridad Nacional, mantuvo contactos con el embajador ruso en Washington, Sergei Kislyak, y trataron el asunto de las sanciones. Aún faltaban tres semanas para que Trump asumiese de forma efectiva la presidencia, el 20 de enero.
El FBI interrogó a Flynn, un militar próximo al Kremlin y agitador de bulos contra Clinton, por estos contactos. Cuando la semana pasada trascendieron, el general negó que se hubieran abordado las sanciones, pero luego rectificó. Esta falta de transparencia es lo que, según la Casa Blanca, ha provocado su caída, si bien Trump tuvo conocimiento de ello hace semanas y no fue hasta el lunes, una vez el caso había hecho correr ríos de tinta, cuando le pidió la dimisión.