ALEMANIA 24 DE JULIO DE 2016 (La Silla Rota).- La policía alemana afirmó el sábado que la matanza que dejó nueve muertos en Múnich fue obra de un "desequilibrado" sin vínculos con el yihadismo, fascinado por los asesinos de masa como el noruego Anders Behring Breivik.
"Partimos del principio de que se trata de un acto clásico de un desequilibrado" sin ningún tipo de motivación política, dijo a la prensa un representante de la fiscalía, al referirse al autor del ataque, un joven de 18 años de doble nacionalidad alemana e iraní, que se suicidó tras el tiroteo.
"No hay otras razones" detrás de ese acto, que dejó nueve muertos y 16 heridos, agregó.
"No hay absolutamente ningún vínculo con el Estado Islámico", declaró por su parte el jefe de la policía de Múnich (sur), Hubertus Andrä.
La policía halló indicios de que el joven sentía fascinación por los asesinatos en masa y que recopilaba información sobre "cuestiones vinculadas con desequilibrados" autores de matanzas, agregó.
Según Andrá, existe un vínculo "evidente" entre este tiroteo y el asesino supremacista blanco Anders Behring Breivik.
El autor de la matanza de Múnich, inscrito en un colegio de la ciudad e hijo de un taxista, abrió fuego contra transeúntes el viernes por la tarde en las inmediaciones de un centro comercial, matando a nueve personas e hiriendo a otras 16. Se dio a la fuga tras ser herido y la policía informó más tarde que se había suicidado.
El asaltante padecía "una forma de depresión", señaló el fiscal de Múnich, Thomas Steinkraus-Koch, al tiempo que pedía prudencia sobre las informaciones que indicaban que el joven habría estado sometido a un tratamiento psiquiátrico.
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El autor del tiroteo actuó solo y no estaba fichado por la policía. Según la policía, probablemente tendió una trampa a un cierto número de las víctimas "pirateando" una cuenta de Facebook, con el fin de atraerlas al lugar de la matanza.
La policía había indicado el viernes que "sospechaba de un acto terrorista", pero horas después se mostró más prudente.
El sábado al amanecer, las fuerzas de seguridad efectuaron un registro en la habitación ocupada por el joven.
Una vecina de inmueble lo definió como "una buena persona [...], que reía como cualquier persona normal".
"Nunca lo vi enfadado ni oí (que tuviera) problemas con la policía o con los vecinos", dijo a la AFP Delfye Dalbi, de 40 años.
La matanza se produjo cuatro días después de un ataque con hacha en un tren regional de Baviera, cometido por un solicitante de asilo afgano de 17 años, que reivindicó su pertenencia al EI. Según el jefe de la policía de Múnich, se hallaron elementos que señalarían que el joven germano-iraní había seguido de cerca ese ataque.