MÉXICO DF 12 DE ENERO DE 2016 (La Silla Rota).- En pleno proceso electoral, a punto de perder el poder y al saber que su familia era investigada por enriquecimiento ilícito y lavado de dinero, el ex gobernador de Sonora, Guillermo Padrés realizó una transferencia millonaria por más de 134 millones de pesos, detectadas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
Documentos oficiales confirman que el 18 de mayo de 2015, dos semanas antes de las elecciones, en una cuenta en el extranjero del banco BBVA Compass de Nueva York, Padrés Elías recibió una sospechosa transferencia electrónica por 8.8 millones de dólares.
Una semana después, aún como gobernador de Sonora convirtió los dólares a pesos mexicanos al transferirlos a su cuenta personal de Banamex en México, donde al tipo de cambio de esa fecha equivalían a 134 millones 229 mil 607 pesos con 34 centavos.
Esas operaciones bancarias ocurrieron a las pocas semanas de que el periódico The Wall Street Journal sacara a la luz pública que funcionarios del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y la Procuraduría General de la República (PGR) se habían reunido para intercambiar información del caso contra la familia de Padrés, de acuerdo con bitácoras de encuentros binacionales en materia de combate al lavado de dinero.
Según el diario estadunidense, las investigaciones giraban en torno al hermano menor del ex mandatario panista, al que Guillermo Padrés se refirió como él más rico de la familia, Miguel Padrés Elías, quien supuestamente recibió transferencias millonarias por la adjudicación de contratos multimillonarios en favor de un empresario beneficiado en la licitación del programa de uniformes escolares gratuitos que el gobierno de Sonora da a estudiantes de nivel básico cada ciclo escolar.
El ex gobernador de Sonora, junto a su hermano Miguel, es investigado por la Procuraduría General de Justicia en el Estado de Sonora (PGJE) por el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita, un caso en el que fueron implicados por el veterinario Luis Arístides López Moreno, quien se identificó como empleado de la familia Padrés al ser detenido en flagrancia transportando más de 3.5 millones de pesos en una hielera.
Actualmente, los hermanos Padrés Elías son investigados por enriquecimiento ilícito, lavado de dinero, delincuencia organizada, asociación delictuosa, uso abusivo del poder y tráfico de influencias; las autoridades siguen la pista a varias cuentas y movimientos financieros entre bancos de Estados Unidos, México, Europa y América del Sur.