* Si no existe un registro formal de esas operaciones no podrá comprobarse el origen legal de ese dinero y se considerará como defraudación fiscal.
ENSENADA BC 15 DE OCTUBRE DE 2015 (El Vigía).- A partir del pasado 30 de septiembre los gobiernos de México y Estados Unidos iniciaron el intercambio de información de las cuentas bancarias de mexicanos en el vecino país, y si dichos ingresos no están registrados se considerará como defraudación fiscal.
Además México enviará los datos bancarios de los norteamericanos residentes en el país a las autoridades fiscales de Estados Unidos.
Jorge Pickett Corona, especialista fiscal, habló ayer en el desayuno mensual de la Coparmex Ensenada, sobre este convenio establecido entre ambos gobiernos y que en la región fronteriza norte tendrá diversas repercusiones dado el fuerte intercambio comercial en la zona.
El abogado fiscalista puntualizó que la obligación de informar a las autoridades hacendarias tanto de Estados Unidos como de México sobre las cuentas bancarias ya existía, la diferencia es que ahora hay un acuerdo que permite el intercambio de información para rastrear dichos depósitos.
La llamada Ley Facta, Ley sobre el Cumplimiento Fiscal relativa a Cuentas en el Extranjero (FATCA, por sus siglas en inglés), busca impedir que los ciudadanos norteamericanos evadan el pago de impuestos con cuentas en el extranjero y en la búsqueda de su cumplimiento se han establecido convenios de intercambio de información con diversos países.
De acuerdo a lo explicado por Pickett Corona el cambio se dio en el método para fiscalizar esas cuentas y podría afectar a norteamericanos como a mexicanos.
Indicó que aquellos connacionales que tengan cuentas en los Estados Unidos que no hayan sido reportadas a la autoridad hacendaria deberán iniciar el proceso de regularización.
En torno a quienes acostumbraban sacar dinero de un banco mexicano, comprar dólares en una casa de cambio y luego depositarlo en Estados Unidos, el abogado fiscalista dijo que si no existe un registro formal de esas operaciones no podrá comprobarse el origen legal de ese dinero.
A lo largo de su exposición el abogado enfatizó que ese nuevo método de fiscalización, afectará no sólo a los mexicanos, sino también a los estadounidenses que no hayan declarado sus estados bancarios.