*.- La abandonaron en la zona montañosa de Otay Mesa, cerca de la frontera con Tijuana, en diciembre de 2013
San Diego CA 3 de septiembre de 2014.- Dos individuos, Fernando Armenta Romero, de 43 años de edad, y Carlos Hernández Palma, de 35 años, sospechosos de ser traficantes de indocumentados, fueron arrestados el fin de semana anterior en San Diego, CA, por haber dejado morir en la zona montañosa de Otay Mesa, muy cerca de Tijuana, a una mujer que se internó ilegalmente en compañía de su esposo y los dos “polleros”, a finales de diciembre de 2013.
La Oficina de la procuradora general de Justicia Federal en San Diego, Laura E. Duffy, informó que el día de ayer les hicieron los cargos por introducir a un indocumentado con resultado en su muerte; el día de hoy presentaron en primera audiencia a los dos sospechosos ante la magistrada federal, jueza Karen S. Crawford.
De acuerdo a la información proporcionada, el día 29 de diciembre pasado, la Patrulla Fronteriza recibió el reporte de que había una mujer indocumentada de 32 años de edad, que se encontraba abandonada en el área montañosa de Otay Mesa.
La persona que contactó a las autoridades fue el esposo de la víctima, Baltazar Razo Barreto, quien afirmó que su mujer se llamaba Jacqueline Capistrán Ochoa y que se encontraba muy enferma. Dijo a los agentes que la había dejado en la custodia de los “polleros” Armenta y Hernández, pues él salió en busca de ayuda.
Después de una intensa búsqueda durante 2 días, finalmente encontraron a Jacqueline, pero ya estaba muerta y abandonada en un paraje de las montañas. Los reportes forenses indicaron que murió a causa de agravarse su enfermedad de diabetes mellitus, y por hipotermia, ya que permaneció en las frías temperaturas sin abrigo. De acuerdo a los médicos que examinaron el cuerpo de la mujer, ella tenía 11 a 12 semanas de embarazo.
Los traficantes de indocumentados –según informó a las autoridades el esposo de la víctima- les cobraron 12 mil dólares por cruzarlos de forma ilegal a Estados Unidos; continuó diciendo Razo Barreto a los agentes que los “polleros” les habían dicho a él y a su esposa, que el terreno por donde pasarían la frontera era plano y resultó todo lo contrario, pues éste era completamente montañoso, lo que hizo que su mujer tuviera problemas en la jornada de 2 días que la obligaban a que hiciera paradas constantes para tomar aliento y descansar.
Al tercer día, llegó un momento en que la señora ya no pudo continuar, pues respiraba con mucha dificultad, Razo pidió a los traficantes que por favor fueran a pedir ayuda o que le prestaran su celular para llamar a la autoridad, pero éstos se negaron y le dijeron que su teléfono no tenía señal; el esposo dejó a su mujer en compañía de ellos y se fue a buscar ayuda.
Cuando finalmente, llegó con los agentes de la Patrulla Fronteriza -después de 2 días más de búsqueda-, ya fue demasiado tarde, pues la encontraron muerta y los “polleros” la habían abandonado inmediatamente después de que su esposo se había ido a pedir auxilio.
Los detenidos están programados para aparecer en audiencia en la Corte de San Diego, ante la juez Crawford, el próximo 9 de septiembre a las 9:30 horas. Enfrentan una posible pena máxima de 10 años y una multa de 250 mil dólares.