México DF 17 de agosto de 2014 (lasillarota.com).- Como parte de su visita al centro católico de atención de discapacitados, en Kkottongnae al sur de Seúl, el papa Francisco visitó hoy un cementerio de fetos abortados, en la tercera jornada de su viaje a Corea del Sur.
El Sumo Pontífice rezó en silencio en un lugar que los coreanos denominan "cementerio de bebés abortados” en "Taeahdongsan", un jardín donde se puede pude ver un estatua de la Sagrada Familia rodeada de cientos cruces de madera blancas.
De acuerdo con los últimos datos oficiales, en 2005 se practicaron 340 mil interrupciones voluntarias del embarazo frente a 440 mil nacimientos, en Corea del Sur.
En el país asiático, la ley surcoreana del aborto establece supuestos como la violación, incesto, peligro para la salud de la madre o enfermedades hereditarias, y fija el plazo máximo en 24 semanas desde la concepción.
No obstante, esta ley se aplica de manera estricta en raras ocasiones, ya que la laxitud en la misma, tiene su origen, según expertos, en las políticas para reducir la tasa de fertilidad y combatir la superpoblación implantadas en la década de los años 60 por el gobierno.
Durante su tercer día de visita en Corea del Sur, el papa acudió al conocido "Hogar de la Esperanza" de Kkottongnae, un complejo católico donde se atiende a miles de personas con discapacidad.
El pontífice, que llegó en helicóptero desde la capital hasta la localidad de Eumseong, fue recibido por una multitud de personas a las que saludó desde el "papamóvil" blanco sin mampara que ha venido utilizando para sus encuentros con los fieles desde que comenzó el viaje el jueves.
En el trayecto hacia el edificio principal, besó la cabeza de varios bebés desde su vehículo entre ovaciones generalizadas y gritos de "viva papa".
Tras quitarse los zapatos en línea con la tradición coreana, Francisco recorrió el centro donde saludó a algunos de los residentes y sus cuidadores, recibió como regalo un retrato realizado por un niño y bendijo a todos en español.