TIJUANA BC 3 DE DICIEMBRE DE 2012 (AFN).- El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, regresó este fin de semana a Cisjordania tras el voto emitido la semana pasada en la Organización de las Naciones Unidas que reconoce a Palestina, finalmente, como un Estado legítimo. Esto como secuela a los intensos bombardeos que el ejército israelí condujo sobre los territorios palestinos hace unas semanas, y donde Hamás, el grupo militante islámico responsable de la muerte de tres soldados israelíes, salió, a ojos de los palestinos, fortalecido del conflicto.
Después de casi 65 años de diálogos de paz e interminables negociaciones entre israelíes, palestinos y actores globales de diversa talla, la comunidad internacional reconoció con 138 votos de sus Estados-miembro el derecho a organizarse como Estado que la nación palestina había estado buscando, a veces desde plataformas de violencia y otras desde una mesa de discusión, desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
Pero es probable que las cosas no mejoren en los próximos meses para el pueblo palestino, aún sin un aeropuerto y/o acceso al mar, totalmente dependientes de Israel para el suministro de bienes y algunos servicios a las zonas ocupadas de los territorios que ahora ya son un Estado. Pasará un tiempo para que Jerusalén Oriental se convierta en la añorada capital de Palestina.
Apenas ayer domingo, el Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu rechazó la decisión de la Asamblea General de la ONU de otorgarle a Palestina el estatus de “Estado-observador no-miembro de las Naciones Unidas”. Dijo que este cambio va en “clara violación de los acuerdos que se han firmado con el Estado de Israel”. Como parte de esta unánime protesta israelí contra la creación de un Estado palestino en los territorios de Gaza y Cisjordania, el gobierno ha anunciado que no transferirá al nuevo país los impuestos generados por la Autoridad Palestina el mes pasado, que suman alrededor de $120 millones de dólares, y en su lugar utilizará estos fondos para pagar la mitad de la deuda que la Autoridad Palestina contrajo con la Corporación Eléctrica Israelí.
Los fondos conforman aproximadamente dos tercios de los ingresos domésticos de la Autoridad Palestina, quien además de esta pérdida enfrenta un decrecimiento en los patrocinios de donantes foráneos, sobre todo las naciones árabes identificadas con la causa palestina. Esta crisis económica ha significado que con frecuencia el gobierno no cuente con los recursos suficientes para siquiera pagar los salarios de sus empleados a tiempo. El nuevo paquete de sanciones económicas de Israel fue acompañado de la decisión de construir 3,000 casas en áreas de Jerusalén y Cisjordania que Israel no pretende entregar bajo ninguna circunstancia en el marco de un arreglo próximo con los palestinos.
La política de los asentamientos israelíes en territorios palestinos ha sido parte de la enconada discusión de ambas partes durante las negociaciones.
Por otro lado, la Autoridad Palestina ha insistido en que no abandonarán la causa de unirse a la Corte Penal Internacional y a través de su plataforma, buscar reivindicaciones y reclamaciones oficiales contra Israel. Las autoridades palestinas afirman que tras el voto en la Asamblea General de la ONU, Cisjordania, Gaza y Jerusalén Oriental –capturados por Israel en 1967– son ahora internacionalmente reconocidos como un Estado ocupado, y no más como territorios en disputa.
Con información de The Los Ángeles Times y The New York Times.
