TIJUANA BC 26 DE NOVIEMBRE DE 2012 (AFN).- Las pláticas entre la Casa Blanca y la mayoría republicana en el Congreso siguen a puerta cerrada, aunque no han surtido el efecto deseado y hasta ahora todo parece indicar el inminente aumento en los impuestos a partir del primero de enero de 2013. El presidente Obama, confiado por su reelección, anunció en público sus intenciones para que los más ricos de Estados Unidos paguen más impuestos.
Demandó al Congreso que tome cartas en el asunto y deje a la clase media y a la economía fuera de una discordancia en reducir los impuestos en hogares con ingresos mayores a $250,000 dólares al año. En este punto está de acuerdo Warren Buffett, magnate e inversionista, quien afirmó que los más ricos deberían pagar más impuestos. Rechazó el argumento republicano que señala al incremento impositivo como un obstáculo en las inversiones.
Todo se debe al fiscal cliff, o abismo fiscal en español, una serie de efectos de ciertas leyes que si no son modificadas, podrían resultan en más impuestos, recortes presupuestales y una reducción del déficit presupuestario en 2013. Estas leyes son el resultado del acuerdo bipartisano de 2011 para redefinir el tope de la deuda, cuya combinación de alza en los impuestos y recortes en el gasto público se estima reduzca el déficit en un rango entre $550 y $607 mil millones de dólares, es decir, aproximadamente el 4% de toda la deuda estadounidense, que asciende a los $16 billones de dólares.
Un estudio del TaxPolicy Center calcula que este fiscal cliff aumentaría los impuestos del 90% de los hogares estadounidenses, quienes presenciarían un incremento promedio del 5%. La escalada sería probablemente progresiva, con una mayor tasa impositiva para los estadounidenses más ricos y menores impuestos para la población de bajos ingresos. El 20% más pobre tendría que pagar 3.7% más, mientras que el 1% más rico pagaría un 7.2% adicional.
Sin embargo, este conjunto de leyes también afecta la recuperación económica en Estados Unidos. La Oficina para el Presupuesto del Congreso estima que el efecto de estas provisiones se traduce a una reducción del 3.9% en el crecimiento del PIB en 2013, lo suficiente para hundir al país nuevamente en una recesión. De acuerdo con un reporte de la misma Oficina, la finalización de los beneficios fiscales de la era Bush, donde se protegían los ingresos de las familias que percibían más de $250,000 dólares, generaría un incremento de $42 mil millones de dólares en la recaudación pública de 2013, y apenas una caída del 0.1% en el PIB.
Esto significa que los estadounidenses podrían ser más cautelosos con sus compras durante esta época navideña. Este fin de semana de Acción de Gracias, conocido en inglés como black Friday, los consumidores gastaron $59.1 mil millones de dólares, un incremento del 13% conforme a la misma fecha en 2011.
Con información de The Washington Post y Los Ángeles Times.