TIJUANA, BC 12 DE JUNIO DE 2019 (AFN).- El tema de la violencia repercute en la salud mental de las personas conforme a lo que cada quien ha vivido, y afecta a las personas más susceptibles, que tienen poca capacidad de resiliencia, dejándose sentir así mismo en la calidad de vida de la población, expresó la médico psiquiatra Graciela Jiménez, del Hospital de Salud Mental.

Con la situación de inseguridad que se vive actualmente, y las noticias falsas sobre hechos dolosos, entre otras cosas, las personas tienen como una paranoia, sospechan de todo mundo, y piensan que les puede pasar algo en lo personal o a su familia.

En este punto, experimentan temor a una catástrofe, miedo, ansiedad y preocupación, que les genera problemas de sueño o afectivos; también puede ser que tengan una enfermedad psiquiátrica previa o alguna otra situación psicológica que pueda desencadenar que padezcan otro trastorno psiquiátrico secundario a la violencia que existe.

“Se justifican diciendo que no están durmiendo bien porque tienen problemas económicos, pero puede ser la paranoia de que le pueda pasar algo a la familia”, dijo.

La especialista en psiquiatría destacó que existen dos tipos de ansiedad, la normal y la patológica; la normal es aquella donde la persona, por ejemplo, se preocupa por que se le hizo tarde, pero puede resolverlo y ser funcional; por el contrario, la patológica genera una disfunción, un malestar, un bloqueo y síntomas como sudor, el corazón late a “mil por hora”, entre otros síntomas como contracturas musculares, dolor de cabeza, problemas gástricos, vómito y diarrea.  

Es fundamental, puntualizó Graciela Jiménez, que las personas se mantengan tranquilas, serenas, y en caso de las redes sociales, sean juiciosas y cautelosas al compartir una noticia, indaguen si es de buena fuente para no abonar a la desinformación creando malestar y temor entre la población.