El asesinato de Ibarra Santés
Agencia Fronteriza de Noticias
IZZI
Programas Keila
Programas Fernando
Translate this website into your desired language:

El asesinato de Ibarra Santés

Tijuana BC - sábado 13 de abril de 2019 - DORA ELENA CORTÉS.
9124

MIS HISTORIAS DE REPORTERA
DORA ELENA CORTÉS JUÁREZ

TIJUANA BC 13 DE ABRIL DE 2019 (AFN).- Al doctor Ernesto Ibarra Santés, poco lo conocí, y cuando mucho crucé palabra con él un par de ocasiones. Yo tenía 23 años  menos de los que tengo ahora, y por consecuencia menos experiencia y suspicacia, aunque por lo que platicamos me pareció un hombre serio, decidido, de mano firme y hasta -entonces- podría decir que honesto.

A estas fechas (2019) no puedo decir lo contrario, sin embargo su presencia en Tijuana como subdelegado de la Procuraduría General de la República (PGR) me marcó, porque cinco días después de que lo entrevisté en exclusiva para el periódico El Universal de la Ciudad de México, del cual era corresponsal, fue asesinado en la capital de la República. 

El 14 de septiembre de 1996 viajó al entonces Distrito Federal, sin supuestamente informarlo a nadie en sus oficinas, no obstante eso ya lo esperaban a su llegada en el aeropuerto internacional, ya que fue ejecutado a los pocos minutos de tomar un taxi que lo trasladaba desde esa terminal, según se dijo, a las instalaciones de la PGR. Viajaban sobre la avenida Insurgentes cuando integrantes de un comando le dispararon asesinando -junto con el- a dos de sus escoltas y al conductor del taxi que le tocó la mala suerte de otorgar ese servicio. 

Supuestamente, entre las pertenencias del doctor Ibarra Santés fue encontrado un maletín con $50,000 dólares que la autoridad federal se apresuró a informar a la opinión pública, sugiriendo sin decirlo, que el subdelegado de la PGR en Tijuana era corrupto y que a eso debió haber respondido ese ataque de los asesinos quienes les dispararon gran cantidad de tiros de armas de alto calibre. Los que lo conocían rechazaron esa versión señalando a posibles autores dentro de la misma institución federal.

Pero volviendo en el tiempo, cinco días antes de ese vil crimen le solicité una entrevista para el periódico capitalino suponiendo que no me daría una respuesta positiva, sobre todo porque quienes están en esos cargos normalmente evitan hablar con la prensa. Me interesó dialogar con él porque en una de esas entrevistas de “banquetazo” había hecho algunas declaraciones, no muy amplias y sin hacer grandes menciones, pero eran de esas que suenan graves, en contra de narcotraficantes, y que en ese entonces no se acostumbraban, sobre todo porque era la época de mayor esplendor del cártel de los hermanos Arellano Félix.

Para mi sorpresa me respondieron de su parte diciendo que aceptaba dicha entrevista, la cual se fijó para ese 9 de septiembre. Aun así, estaba prácticamente segura de que el doctor Ibarra Santés ya no iba a repetir lo que dijo en la “banquetera”, y que por el contrario, me saldría con declaraciones de corte oficialista a las que nos tenían acostumbrados. Me recibió amable, y lo primero que me preguntó fue si publicaría las cosas tal y como me las contaría. Le aseguré que sí. 

Entonces, el funcionario federal que no tenía mucho tiempo al frente de esta delegación empezó a hablar con mucha firmeza y a responder mis preguntas que reflejaban la curiosidad que teníamos –y en especial yo- por conocer qué pasaba en nuestra ciudad… en el “bajo mundo”. Dijo mucho más de lo que yo esperaba, y que atónita escuchaba. Él hablaba, como algo natural, y no desconocía que sería publicado en uno de los diarios más importantes (para mi el más) del país. 

Se refirió a Jesús Labra Avilés, ahora conocido en todo el mundo como el “padrino” de los hermanos Arellano Félix, y jefe financiero del Cártel, sin embargo en aquel entonces estaba rotundamente prohibido (sin que se hubiese dado una orden expresa en ese sentido) mencionarlo de manera pública, por el profundo respeto que este hombre les infundía a quienes desde entonces se decía que eran sus sobrinos.

Ibarra Santés habló en esa entrevista de algunos personajes conocidos a los que ligó con los hermanos narcotraficantes, ya caídos en desgracia, porque Ramón fue asesinado y el resto de los “jefes” Arellano fueron capturados. Al hablar de Labra Avilés aseguró abiertamente que era tío político de los narcotraficantes, señalando que estaba casado con Agustina Félix Azueta, hermana de Alicia, la madre de los Arellano.

En esa entrevista también dijo, y así quedó consignado en el periódico capitalino que Labra Avilés cobraba las cuotas de las 20 bandas menores de narcotraficantes que en ese entonces afirmó que operaban en la ciudad, y luego agregó que también el referido como empresario antes de ser señalado por esta otra actividad, era sobrino del narcotraficante Pablo Avilés alias “El Amable”. Chuy Labra fue capturado por elementos del Ejército hasta cuatro años después del crimen y de la denuncia de Ibarra.

Además, el subdelegado de la PGR (quien dio la entrevista brincándose al entonces delegado) mencionó a otros conocidos personajes de la ciudad, y hasta a algunos políticos locales, de los que dijo que tenían nexos con el jefe financiero o les rentaban instalaciones a los narcotraficantes, en conocidos edificios de la misma zona Río, a pocos metros de donde se ubican las oficinas federales. Incluso señaló con su dedo índice, a través de un ventanal, hacia cierto punto de esa zona urbanizada, sin precisar cuál de todos era.

Le pedí que me dijera qué edificio señalaba y me retó a “investigar”, aunque más condescendiente añadió que si publicaba todo lo que me había comentado me daría una segunda entrevista en la que abundaría en datos y en hechos más puntuales. Apagué la grabadora y le advertí, más como costumbre, pero sí entre preocupada y entusiasmada por todo el material periodístico que había puesto a mi disposición, que tuviera cuidado “porque lo van a matar”.

¿Usted cree que sí me pueden matar? Preguntó divertido. Sin mucho pensarlo y adoptando un tono como que de verdad supiera lo que podría pasar, le respondí: Pues sí… Cuídese porque casi nadie habla sobre esto, y dicen que estas personas son muy peligrosas. Pactamos la segunda entrevista.

La nota inicial, como se lo ofrecí, se publicó en El Universal, al día siguiente, generando muchas reacciones, así es que me dediqué a otros temas en espera de que el doctor Santés me confirmara la segunda parte de sus revelaciones. La llamada ya nunca llegó porque cinco días después, desde la Ciudad de México lo que llegó fue la información: Mataron al subdelegado de la PGR en Tijuana; matan a sus escoltas y al chofer del taxi que los conducía. Los autores, integrantes de un comando que lo ejecutó en plena avenida Insurgentes.

Sentí coraje e impotencia.

Boton Morado
CETYS 7 Julio 2023
IZZI Abril 2024
Matemáticas Fáciles
PBM Medicina
Buscador Acerca de AFN Ventas y Contacto Reportero Ciudadano