• Comparte la Cultura Wixárika sus colores en exposición
• Organiza la Secretaría de Cultura del Estado de Jalisco
GUADALAJARA, JALISCO 30 DE MARZO DE 2017 (AFN). – El universo Huichol bajó de la montaña y se asomó al resto del mundo para manifestar su magnificencia, a través de la más atractiva representación de su cosmovisión, la expresada en su artesanía, un arcoíris de colores y texturas plasmadas en textiles, y piel para uso personal y ornamental.
“El arte huichol está mostrando su mundo, su alma”, afirma Ramón de la Torre, al explicar en el lobby de un hotel de la perla tapatía, la exposición de la artesanía de Mezquitic, una comunidad ubicada al extremo norte de Jalisco, a cinco horas de distancia, sobre la Sierra Madre Occidental, una región representativa de la cultura de los primeros mexicanos, quienes 500 años después de la conquista española todavía conservan rasgos y características de organización comunitaria de origen tribal, en que la mujer y los niños no cuentan y predomina el mundo de los varones.
“El mundo huichol apareció en forma de estampas, de figuras como mariposas, así se comunicaban, pero llegó un tiempo en que vino un diluvio y se transformó en mundo reptílica, y sus habitantes permanecieron un tiempo en pantanos y del agua, viviendo en charcos, estamos hablando del tiempo de los dinosáuricos”, relata don Tomás, al cumplir así la función de compartir los rasgos fundamentales de su cultura, la cultura wixárika, que distingue a por lo menos cinco comunidades ubicadas entre Nayarit, Durango, Jalisco y Zacatecas, regidas por usos y costumbres ancestrales.
“Luego vino otro diluvio y el mundo huichol, se transformó en mundo de hombres gigantes”, sigue explicando Ramón de la Torre, “y en la última ocasión quedó en miniatura, en la estatura actual y no nos queda más que esperar otra transformación, ¿Cuándo?, no sabemos”. Lo que sí tiene claro es que la expresión cultural plasmada en las artesanías es tan antigua como la existencia del mundo huichol. “Desde la creación del mundo huichol”.
Dicha cultura se manifiesta en los trajes distintivos de esta región. La indumentaria femenina consta de un rikuri (paño bordado) y quechquémetl (camisa y falda de manta bordada).
Los hombres usan camisa de manta decorada con extraordinarios diseños bordados y cubren sus hombros con un paño cuadrado finamente bordado, que termina con una franja roja; el pantalón o calzón huichol es una prenda bellamente bordada; la faja o ceñidor es de una rica variedad de diseños, elaborados con lana cruda teñida a mano por ellos mismos, o de estambre tejido en telar de cintura. Sobre la faja usan cinturones con bolsitas de manta con vistosos bordados; sus huaraches son de vaqueta y del tipo llamado “pie de gallo”.
El complemento está formado por morrales de manta y lana bordados, un paliacate de vivos colores amarrado al cuello y un sombrero de palma burda (soyate) engalanado con bolas de estambre, cintas tejidas y adornos que cuelgan a la orilla del ala, como barboquejo se emplea una cinta angosta tejida.
Se elaboran huaraches y vestidos típicos huicholes en los que se utilizan hilos de variados colores, manta y tinturas. Estos trabajos textiles se distinguen por sus ricos y variados bordados, las dos técnicas más comunes son la de tejidos dobles y la del damasco.
Destacan entre otros artículos artesanales los objetos ornamentales de chaquira (pulseras, aretes y collares), la elaboración de bolsas de lana y estambre; la confección de tablas de estambre con motivos de animales y flores de la región mezclados con elementos geométricos; figuras en madera de diferentes animales forradas con cera de Campeche y chaquira de vistosos colores.
En menor proporción se elaboran los cintos piteados en vaqueta y artículos diversos con la misma técnica, como bolsas, billeteras, prendedores, entre otros.
La exposición incluye un área de venta donde propios y extraños pueden admirar en vivo la forma en que se producen principalmente las artesanías a base de chaquira.
La presencia huichol no se limita a Guadalajara, hay una amplia gama de embajadores que promueven su artesanía a todo lo largo y ancho del país. Están en Cancún, Puerto Vallarta, Cabo San Lucas, Ciudad Juárez, Monterrey, y Tijuana.
“La Secretaría de Cultura del Estado los buscó y platicó con ellos para apoyarlos, se juntaron y trajeron sus obras, para darlos a conocer. Lo que queremos es que los valoren”, explicó por su parte Juan Antonio Sandoval Ríos, funcionario de dicha dependencia, quien los acompaña.