México DF 9 de abril de 2014 (lasillarota.com).- El mexicano Ramiro Hernández, sentenciado a muerte, fue ejecutado este miércoles casi media hora después de la hora programada, hecho que fue confirmado por el Departamento de Justicia Criminal del estado de Texas.

 

Alrededor de las 18:28 horas el originario de Nuevo Laredo, Tamaulipas recibió la inyección letal en la prisión de Huntsville.

 

Al lugar donde se llevaría a cabo la pena capital acudieron familiares y testigos de la ejecución del mexicano, se tenía previsto que acudieran al menos dos hermanos del sentenciado, ya que Hernández Lanas pidió que su madre no acudiera.

 

En el sitio también se congregaron algunos manifestantes para demandar un alto a las ejecuciones de mexicanos, cabe recordar que el mexicano Edgar Tamayo fue ejecutado en enero pasado, por el delito de homicidio.

 

Hernández Llanas fue sentenciado a la pena capital por los delitos de asesinato y violación, así como robo con allanamiento de morada.

 

Horas antes de la programada ejecución, el mexicano de 44 años se reunió con sus cinco hermanos, madres y tres sobrinos para despedirse; les expresó que estaba listo para morir y que quería ser sepultado junto a su padre en su natal Nuevo Laredo.

 

De acuerdo con testimonios de la ejecución las últimas palabras del Hernández fueron “sepan que he sido feliz hasta el final”, y aseveró que Dios es el único testigo de lo ocurrido en 1997; el mexicano fue sentenciado por el homicidio del profesor universitario Glen Lich, del Condado de Kerr, así como por la violación de su esposa.

 

En tanto, la cuenta de Amnistía Internacional México expresó a través de su cuenta de Twitter “La ejecución de #RamiroHernández fue un acto cruel, atroz e ilegal”, y agregaron “No hay nada más absurdo que una atrocidad cometida en nombre de la justicia #RamiroHernandez”.