*.- Dejar de fumar es fácil, yo ya lo dejé unas 100 veces, Mark Twain.
*.- Información proporcionada por Kaleydoscopio.mx
Por: Eduardo Suárez
Se cree que la historia del tabaco comenzó antes de Jesucristo. En su diario Cristóbal Colón le llamó cuaba, cojiba y tabaco, pero la polisemia de esta palabra va de “hierba de la reina”, “nicotiana” o “hierba del embajador” en el siglo XVI, hasta cigarrillo, cigarro, pitillo, pucho o chupete de marinero, actualmente.
Nadie imaginó que esta planta se convertiría de la mano de la industria en un arma mortal que día a día cobra la vida de muchas personas.
En la actualidad el consumo de tabaco y el contacto con su humo es la primera causa de muerte en el mundo, pues de acuerdo World Health Organization (WHO), en 2011 más de 1,000 millones de personas fumaban tabaco en el planeta y su consumo asesina a cerca de 6 millones.
Pero las pérdidas no sólo son humanas, ya que genera déficit económico de cientos de miles de millones de dólares a los Estados, convirtiéndose en un problema severo de saludo pública en las naciones desarrolladas o en proceso de desarrollo.
Según WHO, de seguir con esta tendencia de consumo, en 2030 el tabaco matará a más de 8 millones de personas al año; el 80% de esas muertes prematuras se registrarán en los países de ingresos bajos y medios.
Entre las principales enfermedades causadas por el uso del tabaco, explica Daniel Becerril Rojo, técnico en terapia respiratoria, están el infarto agudo del miocardio, las enfermedades cerebro vasculares, las respiratorias crónica como enfisema pulmonar, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y el cáncer en diversas partes del cuerpo, que causa la muerte de miles de personas, no solo en México sino en todo el mundo.
La Encuesta Nacional de Adicciones 2011 reportó que en México en la población de 12 a 65 años existen cerca de 17.3 millones de mexicanos fumadores, de ellos, el 31.4% son hombres y el 12.6% son mujeres (12 millones de hombres y 5.2 millones de mujeres).
Otro dato interesante de la ENA es que en este rango de edad 26.4% son ex fumadores, es decir, 21 millones (30.9% de los hombres y 22.2% de las mujeres); y 41.3 millones (51.9%) nunca han fumado (37.8% de los hombres y 65.2% de las mujeres).
En un mundo globalizado el tabaquismo se volvió una epidemia por diversos factores como los enormes intereses económicos de la industria del tabaco, aunado a la “publicidad que muchas veces va dirigida a adolescente y mujeres.
“Todo empieza en la adolescencia por imitación al padre o la madre, por la búsqueda de la identidad o simplemente por estereotipos que hemos aprendido de los medios de comunicación. Son periodos que definen estilos de vida; puede ser que sea por inseguridad, miedo de no pertenecer a un grupo, que nos puede llevar a comportamientos poco saludables”, explica Becerril, quien realiza exámenes pulmonares en el Hospital General de las Américas.
De acuerdo con un estudio de opinión pública realizada el 22 de mayo por Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE), son muchos los jóvenes que son atrapados por este mal hábito: 57 de cada cien fumadores encendieron su primer cigarrillo entre los 15 y 18 años, 15 lo hicieron antes de los 15, 13 entre los 19 y 21 y 14 después de los 21.
Son más mujeres las que se relacionaron con el tabaco antes de los 15 (15.7% por 12.5% hombres) y de los 15 a los 18: 60.5% ante 46.8%.
Pero pese a que la mayoría de los mexicanos que fueron entrevistados (83 de cada cien) asegura que no fuma y entre los 15 que aceptan que lo hacen la marca reina es Marlboro, cigarrillos que compra 60.9% de los tabacómanos, las muertes relacionadas con este mal siguen ascendiendo.
Esto ocurre aún con los avances en el control del tabaco que se implementan en nuestro país según el Convenio Marco: una Ley General para el Control del Tabaco, en beneficio de los no fumadores, la prohibición de la venta a menores de edad, la muestra de las consecuencias por su uso en las cajetillas y los impuestos a los productos del tabaco.
Ante esto, los resultados de GCE arroja que los fumadores (79.3%) se quejan porque el precio de los cigarrillos es alto, pero lo siguen consumiendo. El 18.3% piensa que el cobro es justo y 1% lo considera bajo.
Sin duda la batalla es dura en todo el mundo para revertir los daños de este hábito, pues simplemente en nuestro país solo 1 de cada diez ha comprado algún producto para alejarse del tabaco, mientras 9 de cada decena no ha hecho nada.