Por: Emilia Silva Muñoz 

SAN DIEGO CA 30 DE SEPTIEMBRE DE 2024 (AFN).- Las aguas negras del Río de Tijuana siguen siendo un grave problema sanitario para comunidades fronterizas como San Ysidro, Chula Vista, Imperial Beach y Otay Mesa y esto se debe a fallas en el sistema de aguas residuales y a la infraestructura deficiente en Tijuana, según María Selena Giner, comisionada de la USIBWC.

Para tratar de paliar este problema, este lunes dio inicio a la construcción y rehabilitación de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de South Bay, un proyecto que dejó de funcionar en 2021 por la sobresaturación de aguas residuales y los efectos del huracán Hilary. 

La rehabilitación de la Junction Box 1 (JB-1) contará con un presupuesto de 42.4 millones de dólares, mejorando la capacidad de tratamiento a 25 millones de galones por día y protegiendo la infraestructura contra fuertes lluvias e inundaciones, según lo que se informó. 

También se explicó que la reducción del flujo de entrada hará posible que la planta trate de manera más eficiente el agua que se envía al Océano Pacífico a través del conducto oceánico de South Bay de 3.5 millas, logrando una vez más los estándares federales de calidad del agua de manera consistente.

Juan Vargas, integrante de la cámara de Representantes de Estados Unidos, subrayó la colaboración del Gobierno Mexicano en la creación de infraestructuras, como la planta Santa Antonio de los Buenos, para abordar esta problemática.

David Gibson, director ejecutivo de la Junta Regional de Control de Calidad del Agua de San Diego, comentó que la colocación de la primera piedra es un paso crítico para expandir la Planta Internacional de Tratamiento de Aguas Residuales, lo que mejorará la calidad del agua y aliviará la carga sobre las comunidades afectadas por la contaminación. 

"Es fundamental un compromiso de colaboración transfronteriza y acciones audaces para poner fin a décadas de contaminación", concluyó.