CIUDAD DE MÉXICO 24 DE FEBRERO DE 2017 (El Vigía).- El canadiense de origen libanés Keanu Reeves es el actor con los mayores ingresos de la historia por una sola película -ganó 126 millones de dólares por Matrix Reloaded-, pero en Hollywood es conocido por su simpatía y humildad, como lo refrenda en una entrevista: "Soy un tipo normal que disfruta con lo que hace”.
No aparenta los 52 años que tiene. De hecho, parece como si finalmente hubiera hecho aquel pacto con el diablo que le ofrecía Al Pacino en la película The Devil’s Advocate (1997), de Taylor Hackford.
Violencia estilizada
Su carrera siempre estará ligada a Neo y la saga The Matrix, que tiene más de un hilo en común con su nueva apuesta: John Wick: Chapter 2, dirigida por Chad Stahelski (el doble en las escenas de acción de Reeves en la franquicia de las hermanas Wachowski) y coprotagonizada por Laurence Fishburne, quien encarnaba a Morpheus.
"Chad vivió todo el proceso de aquellos rodajes con las Wachowski; aprendió todos los recovecos y absorbió muchas ideas sobre movimientos de cámara y lo que debe tener un guion para que la historia funcione”, manifestó Reeves, que retomó los entrenamientos de kung-fu para volver a interpretar al imperturbable asesino John Wick.
En John Wick: Chapter 2, de estreno hoy, el legendario sicario regresa de su retiro debido a la amenaza de uno de sus antiguos socios, que planea hacerse con el control de un gremio de asesinos y que ha puesto precio a la cabeza del protagonista, en busca y captura por todo un ejército de criminales.
"Con la primera parte creamos algo realmente atractivo y la gente me pedía constantemente que hiciéramos otra”, admitió el actor, orgulloso de la violencia estilizada del filme, repleto de tomas largas muy coreografiadas, sin apenas cortes en la acción y con peleas impactantes.