*.- En la noche de gala del Festival Entijuanarte
TIJUANA BC 10 DE OCTUBRE DE 2016 (AFN).- Con más de 40 mil almas reunidas en la explanada del Centro Cultural Tijuana (Cecut), de acuerdo con los organizadores, la noche del sábado se ofreció un concierto que combinó los éxitos populares de Celso Piña con la música clásica de la Orquesta de Baja California (OBC), en el marco de las actividades del festival cultural Entijuanarte.
La explanada fue suficiente para quienes buscaban apreciar esta combinación musical y fue necesario cerrar calles aledañas para que el público pudiera acercarse y bailar con las canciones de “El Rebelde del Acordeón”, quien inició con su éxito “La Negra Nelly” y encendió los ánimos, convirtiendo el sitio en una enorme pista de baile que fue ocupada por parejas, grupos de amigos y familias enteras.
El sueño de Celso
Previo al concierto, Celso Piña había manifestado que en Tijuana cumpliría su sueño de tocar todo un concierto con una orquesta, ya que la primera ocasión lo hizo hace varios años en un festival de la Guelaguetza en Oaxaca, a petición de su amiga, la cantautora Lila Downs.
“Macondo”, la canción que un día hizo bailar al escritor colombiano Gabriel García Márquez, fue una de las primeras composiciones y de las más ovacionadas de la noche, pues el músico le recordó a su gente que cuando el escritor lo conoció, le pidió que nunca dejara de tocar esa canción en ninguno de sus shows, y así ha sido hasta la fecha.
Luego vinieron otros éxitos como la balada “Aunque no sea Conmigo”, la cual corearon los miles de asistentes; “Los Caminos de la Vida” también fue parte de su repertorio; pero la explosión de cumbia, baile y emociones llegó cuando la Ronda Bogotá y la OBC entonaron “Sonidero”, una de las canciones que insertó a Celso Piña entre el gusto de los más jóvenes por su combinación de ritmos entre el vallenato, la cumbia regia y el hip hop, ahora con algo de música clásica.
Anteriormente ya lo había advertido también Armando Pesqueira, director musical de la OBC, que la combinación musical no había tenido problema alguno, puesto que cuando se aprecian ambos géneros las músicas se pueden compaginar de mejor manera, logrando resultados como esta gran velada en la ciudad.
Después de más de dos horas de fiesta y ya rebasada la media noche, la gente salió contenta por el espectáculo; y como era el deseo de Celso Piña y lo dijo en la conferencia previa, el concierto sirvió para exponer un testimonio de la diversidad y el dinamismo que hay en Tijuana.