CIUDAD DE MÉXICO 14 DE MARZO DE 2015 (Agencias).- En el texto, la británica asegura que por muchos años se esforzó por complacer a la industria de la moda, y que en ese proceso perdió de vista su propia felicidad.
Sin embargo, dice haber encontrado un nuevo balance que le permite dimensionar de otra manera el significado del éxito.
"Empecé a modelar a los 16 años. Trabajé duro para ser aceptada por la comunidad de la moda más allá de mi apariencia física. Pronto me descubrí rindiéndome ante el proceso de aprobación de la industria”.
Reflexiona sobre su vida
La también actriz continuó: "sentía que necesitaba ser validada por todo el mundo. Me perdí de vista a mí misma y lo que significaba ser feliz y exitosa. Creo que todo se originó en un deseo interior de ser querida y aceptada por los demás”.
"Con el tiempo, me di cuenta de que el trabajo y la aprobación de los demás no es lo más importante. Sí, tu carrera es muy importante, pero no lo fundamental.Estaba orgullosa de mis logros pero no era feliz”.
"Me queda mucho por aprender, pero me he dado cuenta de que matándome en el trabajo y sintiendo culpa por los errores del pasado sólo me impide avanzar. Después de todo, no importa a cuánta gente le gustas si no te gustas a ti mismo”, concluyó.