ENSENADA BC 13 DE OCTUBRE DE 2015 (Agencias) Los Angeles, EU - Viendo el cuerpo que Jennifer Lopez luce a sus 46 años, cuesta imaginar que durante una etapa de su juventud tuviera que alimentarse casi a diario de pizza porque era lo único que podía permitirse comprar.
"Hubo momentos en los que no tenía nada de dinero y tenía que comer pizza todos los días porque costaba solo un dólar. Pero siempre tuve la sensación de que estaba haciendo lo correcto”, confesó la diva del Bronx al periódico Metro.
La fuerza de voluntad de la intérprete no flaqueó ni siquiera en los momentos más difíciles, ya que siempre supo que su destino era triunfar en la industria musical.
"Me parece que todos tenemos un destino marcado. Podemos perder el rumbo por culpa de algunas de las decisiones que tomamos, pero al final del día siempre encuentras de nuevo el camino que se supone que debes recorrer. Creo que esta era la profesión a la que debía dedicarme”, añadió.
Sin embargo, la intérprete de Booty es consciente de que no tiene que agradecer únicamente a la buena suerte su actual situación privilegiada, porque su familia también jugó un papel básico a la hora de ayudarle a seguir adelante con su carrera al mismo tiempo que cuidaba de sus gemelos Max y Emme (7) tras divorciarse del cantante Marc Anthony, padre de los pequeños.
"No logro imaginar cómo lo habría hecho sin ellos. Aterrizar en cualquier lugar a las tres o cuatro de la madrugada para subirte después a un barco, y todo ese tipo de locuras puede resultar muy complicado con dos bebés, pero no cambiaría la experiencia por nada del mundo”, concluyó.