MÉXICO DF 30 DE SEPTIEMBRE DE 2015 (La Silla Rota).- La actriz Marion Cotillard se sale con la suya: “productivité” era el término que andaba buscado para explicarle a un grupo de redactores cómo nuestras sociedades han perdido de vista el factor humano.
Pero en su momento de crisis incluso con la lengua materna, algo demuestra que es una trotamundos del cine, capaz de actuar en italiano o en polaco, de Hollywood a su Francia natal, y de interpretar desde Édith Piaf (con oscar incluido) hasta la peor enemiga de Bataman.
Pero ahora se ha metido en la piel de una mujer de lo más normal para la nueva película de los hermanos Dardenne, "Dos noches, un día", que llega a España tras estrenarse en Cannes.
Tan habitual es Sandra, el personaje de Cotillard, “Cuando empiezo a construir un personaje investigo quién es; tenía muchas secuencias solo en mi mente y en mis cuadernos. Si encuentro las claves interiores, el aspecto físico sale con naturalidad: cómo hablas, respiras, te mueves, dice mucho de tu personalidad”, explicó.
La receta de los belgas, que ya les ha llevado a dos Palmas de Oro y a una enorme fama, siempre es la misma: varias semanas de ensayos previos –en este caso un mes-, en los lugares del filme, a veces incluso con los vestidos que saldrán en las secuencias. Un perfeccionismo que llega a probar una toma hasta “100 veces”, señaló Cotillard, que sostiene estar encantada con las exigencias de sus directores.
Ambos se cruzaron ante la entrada de un ascensor durante el rodaje de otro filme "De óxido y hueso", que la actriz protagonizaba y los cineastas producían- y se quedaron con las ganas de trabajar juntos. Y eso que los Dardenne suelen escoger actores belgas y poco conocidos. Por Cotillard hicieron una excepción.
“Dos noches, un día” le costó a la actriz francesa un precio más caro. “Hubo un director con el que siempre quise trabajar que me propuso un rol maravilloso. Pero era un rodaje largo y un personaje muy triste. Y tras tanto dolor con los Dardenne y con Lady Macbeth tuve que decir que no. Cuando ruedo me afectan mis personajes”, relató Cotillard.
Por ello, entre otras razones, Cotillard ahora quiere un papel menos duro. Quizás una comedia o una película de acción, como sugirió en algunas ocasiones, para seguir experimentándose en la gran pantalla: “El cine es una manera de poner a prueba a la gente, de cuestionarla”.
Aunque ella ya se plantea bastante preguntas por su cuenta, sin la ayuda de las películas. “Siempre ha sido parte de mi educación sentirme responsable por lo que hago. Incluso lo que compro y consumo es una responsabilidad”, concluyó la actriz.