México DF 21 de febrero de 2015 (El Universal‎).- Como el inicio de una carrera en la cual está orgullosa de pertenecer a una dinastía es que la hija de Alejandra Guzmán, Frida Sofía, se declaró lista para lo que venga.

“(El apellido) nunca me ha afectado; no me he entregado a los medios aunque ahora estoy lista y cómoda. La crítica es algo de mi vida y, aunque no quiera, voy a ser expuesta, es algo que nos gusta y viene en la sangre”, informó en conferencia para presentar su portada en la revista Playboy.

La joven se dijo rebelde y afirmó que tiene planes de seguir en ese ambiente probablemente con un disco del cual se tomará su tiempo por ser perfeccionista. “Esto fue algo natural que siempre quise, las fotos pudieron ser vulgares pero fueron acorde a mi edad y sé que no es algo de lo que me vaya a arrepentir porque es el cuerpo de la mujer; me divertí y lo haría otra vez aunque también quiero que vean mi parte artística y de empresaria”.

Su familia siempre la ha apoyado como el caso de su abuelo, Enrique Guzmán, quien dice que es igual a ella. Su madre también le ha dado esa libertad y aunque descartó la posibilidad de posar juntas, le encantaría que ella fuera protagonista nuevamente de la publicación.

Fue así como también se dio oportunidad de recordar esos momentos difíciles que vivió junto a ella y contó a la prensa su manera de afrontar que su madre estuviera al borde de la muerte. “No quería pensar, así que traté de sanar mi mente y los nervios en el gimnasio, comiendo bien y hablando con mis amigas. Ya cometí errores y no quiero que mi vida se vaya con ellos, siendo tan joven he aprendido tanto que quiero crecer”.

Quien ahora vive en Miami tuvo que emigrar de México a los 12 años a raíz de un intento de secuestro.

“Estaba muy chiquita y me tuve que ir por mi propia seguridad; me arrancaron de mi país, mi cultura y me tuve que acoplar a otra diferente, a otro idioma y gente pero al final eso me hizo crecer como persona porque aprendí a aceptar a la gente como es, a observar y tener variedad”.