CIUDAD DE MÉXICO 22 DE AGENCIA MÉXICO (AGENCIA MÉXICO).- Hollywood atraviesa uno de sus mayores tropiezos financieros en años con la octava entrega de la saga encabezada por Tom Cruise.

La octava y supuesta última película de la franquicia “Misión: Imposible”, titulada La Sentencia Final (Mission: Impossible – The Final Reckoning), llegó a las salas el 23 de mayo de 2025 con la promesa de cerrar una era de adrenalina, espionaje y acrobacias inverosímiles. Sin embargo, lo que debía ser un triunfo en taquilla terminó convirtiéndose en una de las producciones más caras —y menos rentables— de la historia contemporánea del cine.

El rodaje de La Sentencia Final tuvo un costo de 400 millones de dólares, cifra que la ubica como la cuarta película más cara jamás realizada. A ello se añadieron 150 millones en promoción y mercadotecnia, elevando la inversión total a 550 millones. Para alcanzar el equilibrio, Paramount Pictures necesitaba que la cinta recaudara entre 800 y 1,000 millones a nivel global.

La realidad fue distinta: la película apenas consiguió 596.5 millones de dólares en todo el mundo. Aunque obtuvo el mejor arranque de la saga con 64 millones en su primer fin de semana, los ingresos netos para el estudio —considerando que los exhibidores retienen aproximadamente el 50 %— se calcularon en solo 253 millones. Las pérdidas se estiman entre 200 y 300 millones.

Tom Cruise no solo volvió a encarnar al agente Ethan Hunt, también fue el productor principal. Su compromiso con la franquicia fue absoluto: financió “burbujas sanitarias” durante la pandemia con recursos propios y realizó él mismo las secuencias más peligrosas, como colgarse de un biplano en pleno vuelo y sumergirse con un traje de 56 kilos para una escena submarina.

La trama continúa los sucesos de Sentencia Mortal (2023). Ethan Hunt y su equipo combaten a “La Entidad”, una inteligencia artificial que ha corrompido el ciberespacio y amenaza con provocar una guerra mundial. La clave para detenerla yace en un submarino ruso hundido donde se esconde su código fuente. Hunt debe impedir que Gabriel, su antagonista, tome el control de esta IA mientras el mundo oscila entre la verdad manipulada y el caos digital.

El elenco reunió a veteranos y nuevas incorporaciones: Tom Cruise como Ethan Hunt, Hayley Atwell como Grace, Ving Rhames como Luther Stickell, Simon Pegg como Benji Dunn, Esai Morales como Gabriel, Pom Klementieff, Henry Czerny, Angela Bassett, Janet McTeer, Nick Offerman, Mark Gatiss, entre otros.

La filmación enfrentó numerosos contratiempos. Un incendio en Oxfordshire destruyó un set valuado en 2.7 millones de dólares. La huelga de actores de 2023 paralizó la producción durante ocho meses. Se construyó un submarino de 25 millones y un tanque de agua que tardó 15 días en llenarse. En una de las escenas más comentadas, Cruise se impulsó a sí mismo desde un submarino como si fuera un torpedo.

La comparación con entregas anteriores evidencia el contraste.

La primera cinta de 1996 costó 80 millones y recaudó 457 millones.

La segunda, en 2000, costó 125 millones y alcanzó 546 millones.

La tercera, en 2006, con un presupuesto de 150 millones, generó 398 millones.

Protocolo Fantasma (2011) costó 145 millones y recaudó 694 millones.

Nación Secreta (2015) tuvo un costo de 150 millones y logró 683 millones.

Repercusión (2018) costó 178 millones y obtuvo 791 millones.

Sentencia Mortal – Parte 1 (2023) ascendió a 291 millones y recaudó 567 millones.

La Sentencia Final, con un presupuesto de 550 millones, apenas alcanzó 596.5 millones.

Aunque la crítica elogió el cierre narrativo y las acrobacias de Cruise, muchos señalaron que el ritmo era más lento y que la amenaza digital no conectó con las audiencias jóvenes. Las calificaciones fueron moderadas: IMDb le otorgó 7.4/10, Rotten Tomatoes 80 %, Metacritic 67/100 y FilmAffinity 6.8/10.

Paramount presentó La Sentencia Final como el desenlace de Ethan Hunt. Sin embargo, rumores de spin-offs y proyectos para streaming mantienen abierta la posibilidad de un regreso en otro formato.