Por Oscar Tafoya

TIJUANA BC 19 DE DICIEMBRE DE 2025 (AFN).- La economía de Baja California se encuentra en la antesala de una recesión, puesto que los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) confirman una caída en las actividades del 1% anual en el segundo trimestre de 2025, mientras que el Banco de México (Banxico) dio a conocer una contracción de 1.1% anual en el tercer trimestre de 2025 para los estados de la frontera norte.

Ambas instituciones advierten severas afectaciones en las actividades económicas de la Industria, principalmente las dedicadas a la manufactura y la construcción. Mientras que el comercio y servicios presentan un menor dinamismo frente al comportamiento del 2024.

Si bien, hasta el próximo año se actualiza el Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (ITAEE) para el tercer trimestre de 2025, por parte del INEGI, la información del Banxico en su reporte sobre Economías Regionales para el periodo julio-septiembre del presente año perfila a Baja California hacia una recesión.

Son varios los indicadores oficiales que refuerzan la proyección de una recesión económica en Baja California: reducción del -11% anual en inversión extranjera directa; reducción del -10% en la Industria de la Construcción; la pérdida 19 mil 599 empleos formales en 2025, solo por tomar algunos de los referentes más delicados para evidenciar las crisis en el Estado. (Todos los indicadores han sido publicados en AFN Noticias en su sección Empresariales).

Mientras que al sumar lo presentado en el Paquete Fiscal 2026 de Baja California, que hoy se vota en el Congreso del Estado, el panorama no luce nada alentador porque no hay un plan en materia económica para sacar del decrecimiento económico a la región. 

Por el contrario, el gobierno de Baja California proyecta destinar apenas 2 mil 932.1 millones de pesos (mdp) a “Inversión pública” el próximo año, apenas es el 3.3% del monto que estima gastar solamente el Poder Ejecutivo un total de 88 mil 799.8 mdp.

Es decir, los recursos para obras públicas, que son en conjunto con la federación, se quedan muy cortos ante la urgente necesidad de evitar una recesión económica en el Estado, dado el importante efecto multiplicador que tiene la Industria de la Construcción en las demás actividades como comercio y servicios. 

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