MÉXICO 14 DE JUNIO DE 2016 (CIU).- La transformación en los hábitos de consumo de contenidos ha resultado en una creciente preferencia por aquellos transmitidos en plataformas por internet. De esta manera, la industria musical para consumo personal ha pasado de una especialización en la distribución de contenidos en formato físico (vinyl, casete y CD) a la multiplicidad de formatos digitales disponibles en la actualidad (compra-descarga y transmisión o streaming).
Esta última forma de hacer llegar los contenidos musicales hasta nuestros oídos recibe la denominación de plataformas Over-The-Top (OTT por sus siglas en inglés), es decir que requieren de una conexión a internet en dispositivos – como computadoras, smartphones, tabletas, consolas de videojuegos, receptores digitales o Smart TVs – para tener acceso a estos contenidos bajo demanda y desde cualquier lugar.
Las principales estadísticas referentes a este mercado indican que estas plataformas han ganado terreno entre las preferencias de los consumidores de contenidos en México. De manera que los servicios de música OTT compiten y ya se consideran sustitutos directos de los formatos físicos, también de la compra-descarga a través de internet. La facilidad y ubicuidad en el acceso a contenidos musicales, aunado al asequible precio final, así como la diversidad en la oferta; son factores que favorecen el consumo vía estas plataformas.
Consumo de Música OTT en México
En México, las preferencias por el consumo de contenidos musicales a través de internet alcanza 64.3% de los internautas, equivalente a 41.6 millones de personas y a un crecimiento anual de 78%. Entre estos, 4.2 millones se han suscrito a plataformas de música OTT de pago mensual (i.e. Spotify, Google Play, Apple Music, Claro Música, Tidal, entre otros) al segundo trimestre de 2016, cifra que representa un crecimiento anual de 19.4%.
Usuarios de Música OTT en México
Pero, ¿quiénes son los usuarios de estos servicios en México?
A pesar de que estos servicios registran una mayor penetración en internautas menores de 25 años (81%), también comienza a ser utilizado de manera importante por segmentos de edad entre 25 y 50 años (62%) e incluso en mayores de 50 (44%), aunque estos últimos aún se apropian de contenidos musicales en formatos tradicionales. En otras palabras, todos los segmentos de la población en algún grado han accedido a un catálogo que contiene millones de canciones y que incluso permite alojar los contenidos musicales en dispositivos, por el costo aproximado de un solo álbum.
Principales Plataformas de Música OTT
Una de las principales ventajas de las plataformas de música OTT, es la posibilidad de que los usuarios puedan acceder a los contenidos en cualquier momento del día, desde cualquier lugar.
La preferencia de los consumidores por una u otra plataforma depende de diversos factores, entre los que se encuentran la variedad del catálogo de contenidos, la calidad de audio ofrecido, interactividad de la plataforma, facilidad de acceso entre diferentes dispositivos, el precio al usuario final, así como de la antigüedad, a partir de su introducción en el mercado. De esta forma, el servicio predilecto entre los consumidores mexicanos de música OTT es Spotify con una cuota de mercado de 64.1%, seguido de Google Play con 12.3%, Apple Music 8.1%, Claro Música 7.4%, Tidal con apenas 2.1%, Deezer 1.8%, mientras que otras plataformas alcanzan 4.2%.
Participación de Mercado de Plataformas de Música OTT
Fuente: The Competitive Intelligence Unit, 2016
La diversificación de plataformas, así como la incorporación de la suscripción mensual o navegación de manera gratuita a éstas en diversos paquetes de telecomunicaciones móviles, siendo el smartphone el principal medio de acceso a música OTT; son factores que detonan su consumo entre los mexicanos conectados. Adicionalmente, la reducción en el precio final mensual que actualmente registran estos servicios explica la creciente afinidad por escuchar música a través de internet.
Efectivamente, la expansión de la demanda por contenidos de música OTT depende en gran medida, de la adopción generalizada de la conectividad entra la población, de la calidad y capacidad suficiente de la banda ancha para acceder efectivamente a estos contenidos, así como del poder adquisitivo suficiente y nivel de precios asequible.