Palco de prensa
Por : Gilberto LAVENANT
Este domingo, 5 de febrero del 2012, al margen de que se celebra la promulgación de la Constitución Mexicana, es el día en que los panistas y adherentes, decidirán quién será su candidato a la Presidencia de la República. No hay mucho de donde escoger. Son tres los precandidatos : Josefina Vázquez Mota, Ernesto Cordero y Santiago Creel. De los tres, no se hace uno solo.
En todo el país se establecerán 689 centros de votación, con 2,845 mesas, en las que estarán a disposición de miembros activos y adherentes 1 millón 800 mil boletas. La elección interna del panismo inicia a las 10:00 de la mañana y deberá concluir a más tardar a las 16:00 horas. Se estima que a las 18:00 horas, despejarán la incógnita.
La condición es que el triunfador deberá obtener el 50% más uno de los votos, o al menos el 37%, con una diferencia mínima de 5 puntos porcentuales sobre el segundo lugar. En caso contrario, los dos primeros lugares contenderán en una segunda vuelta, o sea otra votación, el próximo 19 de febrero.
Encuesta realizada por Gabinete de Comunicación Estratégica, cuyos resultados fueron revelados apenas al inicio de la presente sumana, ubicaron en primer lugar a doña Josefina Vázquez Mota, con un 52% de la intención del voto de los panistas y adherentes, Santiago Creel con el 23% y Ernesto Coredero con el 21.5%.
Si las encuestas fuesen infalibles, sin duda Vázquez Mota obtendría hoy el pase para contender en los comicios presidenciales como la candidata del Partido Acción Nacional. Con esto, el blanquiazul concluiría hoy su accidentado proceso interno.
Fue este, un proceso en el que hubo de todo. Los precandidatos azules se dieron hasta con la cubeta. Intercambiaron acusaciones de todo tipo, descalificaciones, desataron una guerra sucia sumamente reprochable.
Doña Josefina, lo menos que dijo de Cordero es que es un patán. A su vez, el candidato oficial, acusó de floja a su rival. Santiago Creel, se promovió como candidato independiente.
Aunque tanto Josefina como Ernesto, son reconocidos como “hijos putativos” del Presidente Felipe Calderón, en tanto que Creel lo es de Vicente Fox, se puso de manifiesto que el aparato gubernamental está de lado de Cordero. De cualquier forma, ninguno de los tres se pudo separar de la sombra de Calderón. Todos provienen del mismo sistema panista y todos por igual basan su discurso en el continuismo. En 6 años de más de lo mismo.
Lo más trascendente de todo esto, es que no hubo árbitro capaz de controlar el ímpetu de los tres contendientes, capaz de evitar que se dieran de puntapiés en las espinillas, de acusarse recíprocamente. De evitar que se difamaran.
Esto implica que cualquiera de los 3 que resulte triunfador este día, o cualquiera de los dos que tuviesen que contender en una segunda vuelta el día 19, llegarán tan conflictuados entre ellos mismos, tan desgastados, que quedarán en desventaja ante el priísta Enrique Peña Nieto y ante el candidato de la izquierda Andrés Manuel López Obrador.
Sobre todo, pesará sobre ellos los efectos de la campaña sucia que desataron unos contra otros. Principalmente la que se dió entre Cordero y Vázquez Mota. Cordero acusó a Josefina de acarreo de votos para este día. Josefina acusó a Cordero de realizar labores de espionaje e interferir su línea telefónica, al grado que reveló que en una llamada, la doña llamó patán al exSecretario de Hacienda.
En ambos bandos, se puso de manifiesto que sus respectivos aliados, en las esferas gubernamentales, presionaron para inducir votos hacia sus respectivos proyectos. El colmo de los colmos, fue la presunción de que 25 millones de pesos, en efectivo, decomisados en Toluca, cuando los portaban dos funcionarios del gobierno priísta de Veracruz, eran para financiar la campaña de doña Josefina.
Total, quedó claro, que los panistas aprendieron en poco tiempo, y las llevaron a la práctica, las mañas y triquiñuelas priístas, que tanto dicen detestar. Es más, las perfeccionaron.
Una encuesta, realizada por Parametría, esta misma semana, dibujó con bastante claridad el panorama que enfrentará el candidato o candidata blanquiazul, frente a los otros dos contendientes, el del PRI y el de la izquierda.
El priísta, Enrique Peña Nieto, pese a errores y deslices, se mantiene a la cabeza de las preferencias electorales, con un 49% en la intención del voto, sobre el 27% del PAN, un 22 % del PRD y sólo el 2% del Partido Nueva Alianza. La misma encuesta, en tanto que son 3 los precandidatos blanquiazules, plantea los tres diferentes escenarios, en caso de que este día triunfara cualquiera de ellos en la elección interna del PAN.
Por ejemplo, si doña Josefina es la candidata, y hoy fuesen los comicios federales, obtendría solamente el 22% de los votos, ante un 43% de Enrique Peña Nieto, el 18% de Andres Manuel y el 1% del Panal.
Si Cordero se saliera con la suya y diera la sorpresa, como lo advirtió en días pasados, resultando el candidato blanquiazul, obtendría el 15% de los votos, 7 % menos que Josefina, contra un 46% de Peña Nieto, un 20% de López Obrador y el Panal solamente el 1%.
Si Santiago Creel fuese electo este día, obtendría solamente el 16% de los votos, frente al 47% de Peña Nieto y el 18% de López Obrador.
Todo indica, que ante la marcada desventaja del panismo, el gobierno calderonista apostará el total de su capital político, en un desesperado intento por continuar en Los Pinos, lo que de antemano da una idea de las cochinadas que se habrán de ver en esta contienda. En política, todo puede ocurrir. Hasta lo inimaginable.