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TIJUANA, BC - domingo 10 de julio de 2011 - Gilberto LAVENANT .
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En el sistema priísta, hasta antes de la llegada de Vicente Fox a la Presidencia de la República, “el tapadismo” y “la cargada”, eran los métodos tradicionales para resolver las incógnitas sobre las candidaturas a puestos de elección popular, prácticamente a todos los niveles.

Muchos sospechaban, otros pregonaban, los rumores circulaban por doquier, pero en tanto que no hubiera quien jalara a la capucha de “el tapado”, nadie se movía. Una vez que un prominente priísta salía al “balcón”, para manifestar que tal o cual personaje era el mejor priísta para ser postulado a determinado cargo de elección popular, se dejaban venir las manifestaciones de adhesión. Cual si fuese una manada en plena estampida, que nadie podría detener. Ni para qué intentarlo. A ese “fenómeno” político, se le conocía como “la cargada”.

Ante la cercanía del inicio del proceso electoral, para la sucesión presidencial del 2012, y sobre todo a raíz de los resultados de los comicios del domingo 3 de Julio, en varias entidades del país, principalmente en el Estado de México, gobernado aún por el cuasicandidato presidencial Enrique Peña Nieto, muchos supusieron que había llegado la hora de poner en práctica los viejos modelos de “el tapadismo” y “la cargada”. Total, dicen que lo que bien se aprende, nunca se olvida, o, en su caso, dicho con todo respeto, que al perro que come carne, aunque le rompan el hocico, sigue comiendo carne.

El hecho de que ha sido recurrente, desde antes de los comicios del 3 de julio, que en las encuestas de opinión, de carácter electoral, el PRI aventaja a los demás partidos, y en especial Enrique Peña Nieto, a los posibles precandidatos presidenciales, muchos dan por cierto que ya tienen candidato y que lo del “tapadismo”, es solo un procedimiento protocolario. Que luego vendría la inminente “cargada”.

Son muchos priístas, quienes están listos, como los corredores en el inicio de una pista de carreras, en posición para arrancar en cuanto suene el silbato de : ¡arranquen!

El jueves de la semana pasada, hubo un evento en el Estado de México, concretamente en Toluca, en la Casa de Gobierno, organizado por el Gobernador Enrique Peña Nieto, al que asistieron más de 300 priístas de todo el país, supuestamente para agradecerles su apoyo en la campaña del candidato priísta a la gubernatura estatal, Eruviel Avila.

Lo especial, fue que ahí se anunció la existencia de una organización denominada Expresión Política Nacional, cuyas siglas coinciden con las del nombre del Gobernador mexiquense, cuyo objetivo es precisamente apoyarlo en sus pretensiones presidenciales, al grado que a muchos de los ahí presentes se les expidió las correspondientes credenciales, lo que para muchos supuestamente era la voz de ¡arranquen!  que tanto han estado esperando.

Solo faltó  que surgiera de pronto la “cargada”, o sea la “lluvia” de manifestaciones de adhesión a favor de Peña Nieto, para prácticamente otorgarle de hecho, aunque fuera de tiempo, la condición de precandidato priísta a la Presidencia de México y por lo tanto, en su momento, la de candidato oficial del PRI.

Sin embargo, cuando parecía que ya estaba todo listo en el PRI, para que Peña Nieto empezara a correr hacia Los Pinos, surge la voz del Senador y coordinador de la bancada de los Senadores priístas, Manlio Fabio Beltrones, quien, cual si fuese un maestro regañón, llamó la atención a los priístas, evidentemente incluyendo al propio Peña Nieto, para que no recurran al “tapadismo”, ni a “la cargada”, los viejos métodos priístas, que durante dos sexenios han  permanecido arrumbados en el sótano del sistema político nacional.

Beltrones, quienes muchos han considerado como la “Opcion B” del priísmo, aunque con menores simpatías electorales que Peña Nieto, se ha dedicado a pregonar y observar, que más que candidato, lo que se requiere es el programa, en el que se defina y precise cómo se quiere gobernar a México, de retornar el PRI a la Presidencia de la República.

En esta ocasión les dijo que es el momento para que su partido decida por qué  quiere ganar la Presidencia y defina un proyecto que saque al país de la mediocridad que vive actualmente.  

Al ser cuestionado sobre Expresión Política Nacional, creada para proyectar a Peña Nieto hacia la candidatura presidencial, pidió que no se reediten viejas prácticas, en un partido nuevo, “…de un PRI que ha aprendido de los años anteriores y que quiere mirar hacia el futuro, donde hay modernidad”.

“Esas viejas prácticas, que no deben reeditarse, son mensajes equivocados hacia el electorado, de un PRI que no ha entendido la lección, y por eso estaremos muy atentos a que algunos eventos, que pudieran confundirse con el tapadismo, la vieja cargada o lo que podrían ser los candidatos únicos que huelen como a naftalina en un clóset, no aparezcan en el PRI”, señaló Beltrones Rivera. Por cierto, Manlio Fabio no estuvo presente en el evento de Peña Nieto. Algunos podrían pensar que fue deliberadamente.

Lo dicho por Beltrones, parece una severa regañada, no solo a quienes simpatizan con Peña Nieto, sino al propio aspirante a la Presidencia de la República, para advertirle que aunque todo indica que es el viable a la candidatura, no recurra a los viejos métodos de “el tapadismo” y “la cargada”, para que no llegue descalificado a la postulación. Al márgen de que esto fuese simplemente una pose, sin duda alguna nadie más se atrevería a decirlo.

Para muchos, la reprimenda fue tan severa, que les hizo recordar aquel grupo llamado TUCOM, de priístas que se pronunciaron en contra de la postulación de Roberto Madrazo a la Presidencia de la República, que terminó derrotado ante Fox. Temen, que la historia podría repetirse y que la rebelión la pudiese encabezar “el maestro regañón”.

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