Por: Marco Antonio Samaniego

TIJUANA BC 28 DE MARZO DE 2025.- En pocas horas, una noticia recorrió prensa de diferentes países. Tomo sólo una de ellas: “Trump abre la guerra del agua contra México y niega el suministro a Tijuana”. Poco después, por referencias de otras personas. me llegan algunos correos de periodistas de Europa que me preguntan, cuál era la dimensión de la “tremenda” guerra. 

Ese mismo día, en esta columna había señalado que el problema de la reclamación de Texas por agua del Río Bravo, era cierta y además legitima, porque en el tratado de 1944 se estipula la cantidad anual y en el caso de no cumplirse, cómo en ciclos de cinco años se puede cumplir con el total.  Pero, además, agrego que, en caso de no cumplirse en el ciclo, puede extenderse un ciclo más.  Por supuesto, las extensiones al segundo ciclo no son del agrado de los agricultores del sur de Texas.  En 2020 se cumplió con el ciclo, por lo que, si México pidiera en octubre de 2025 ampliar el plazo, no habría violación de tratado. Se cumpliría lo que fue dispuesto por los negociadores hace ocho décadas. 

Sin embargo, el escenario de las negociaciones con Trump por los temas arancelarios, la migración y el fentanilo, permiten introducir temas como el del agua, para tratar de obtener el recurso en el plazo de los cinco años.   Por otra parte, para este momento, es factible que las lluvias de ayer en Tamaulipas, ayuden a cubrir la cuota que supera los 1, 000 millones de m3.  En días posteriores podremos saber hasta donde fue posible que las presas internacionales, sobre todo la Falcon y Anzaldúas, lograron captar recurso para entregar lo que le corresponde a Estados Unidos por derecho internacional. 

¿Y qué pasa con Tijuana y los 2 millones de m3?  Primero, Tijuana utiliza anualmente 160 millones de m3.  Ochenta son por los acuerdos realizados por Luis Echeverría en 1973 con agua del Río Colorado y los otros 80 por compras que se realizan a agricultores del Valle de Mexicali (el tema es más complejo, pero lo sintetizo).  Es decir, si usamos 160 y la “guerra” es por 2, queda claro que la afectación es mínima.  No hay tal “guerra”. Pero para algunos periodistas, la nota vende. 

Por otra parte, desde 1972, la Comisión Internacional de Límites, firmó el acta 240, en la que se inician las entregas de agua a Tijuana por el sistema de San Diego. Desde entonces, se han firmado la 243, 246, 252, 256, 259, 260, 263, 266, 267, 281 y 287. Todas ellas, bajo el título de entregas de emergencia, pero que, en muchos momentos, ayudaron a abaratar el costo del traslado, sobre todo en momentos en que el acueducto Río Colorado- Tijuana, inaugurado en 1982, tuvo problemas.  Así, por ejemplo, antes de que Trump entrara a su primer período presidencial, se firmó el acta 322, en la que se sostenía las entregas por el sistema de San Diego. Esa agua, que se entrega por Otay, se descuenta de la que se entrega por el dren mesa en el Valle de Mexicali. 

Dicho de manera simple, no se le ha negado agua a Baja California, ni a Tijuana, pero sí es un aviso.  La cantidad es mínima, pero se demuestra que no hay animo de ayudar como se hizo durante medio siglo. Prefieren satisfacer una postura, que ganar dos millones de dólares, que en términos de recursos económicos para el Departamento del Interior no significan nada.  Al explicar esto, palabras más palabras menos, los interesados de encontrar “guerra”, no la escucharon, porque no existe.  Tijuana tiene su abasto asegurado, pero eso no indica que el problema esté resuelto. La razón es sencilla, si el 95 % del agua que usamos viene del Río Colorado, el problema no se va a resolver nunca. Dependemos de una corriente que nace en las montañas de Colorado, Wyoming, Utah y en parte Nuevo México.  Por eso el problema está ahí, porque estamos en una condición permanente de negociación y por tanto de conflicto. Así se construyó la frontera y lo que he llamado en muchas ocasiones, el espacio fronterizo, porque el límite internacional cuenta, pero también los factores geográficos y con ello, los diplomáticos. Y la cuenca de la que dependemos, es internacional y ligada a todo lo que suceda tanto en el alto como en el bajo Bravo. 

En este contexto, se ha planteado como propuesta la desalinizadora de Playas de Rosarito. La idea, no tiene nada nuevo. En la década de 1970 funcionó mientras se construía el acueducto Río Colorado- Tijuana (que incluye Tecate). El costo era muy alto y dejó de funcionar con el acueducto.   En las declaraciones de estos días, el tema reaparece, como en 2017, en el contexto de los reclamos por la Cervecera Constellations Brands. Es un asunto que se planteó desde los primeros años del siglo XXI por el sistema de distribución de la Mesa de Otay, en San Diego. La Manifestación de Impacto Ambiental, claramente señalaba que el 30 % del agua, sería para la mencionada ciudad. Conocer lo anterior, exaltó los ánimos y varios sectores de movilizaron para oponerse. 

En aquellos días, recuerdo haber publicado en este medio lo referente a que vivimos de un agua que llega de Estados Unidos y señalé las entregas de emergencia del acta 322.  No tengo idea si alguien lo leyó, pero planteo la paradoja.  En medios informativos de nuestros días, se menciona la desalinizadora, aunque no he visto cuánta agua sería para San Diego; solo he visto que en las declaraciones sí aparece el tema de agua para la vecina población. Tampoco tengo idea del tipo de reacción que exista. 

Así es el lugar en que vivimos. Habrá que esperar que se publiquen los documentos oficiales en tiempo y forma y no sea como en 2017, que todo se realizó por debajo del agua – perdón por el eufemismo-.  Aún así, a los dirigentes del PAN, el tema les estalló en la cara. Esperemos que la información sea del conocimiento publico y no un asunto que se aborde como si no afectara a los más de dos millones de personas que vivimos en la ciudad. 

Desconozco si los periodistas europeos hicieron notas o no. Cuando menos no conozco si las publicaron. O a la mejor se decepcionaron de no encontrar una “guerra”.  Lo evidente es que esto, considero, explica el tema que debe ser explicado a los gobernantes. 

Si a alguien le interesan estos entrecruzamientos, aquí dejo una dirección electrónica para consultar un articulo publicado en la revista Foro Internacional, de El Colegio de México. 

https://forointernacional.colmex.mx/index.php/fi/article/view/2793/2819

Esta columna no refleja la opinión de Agencia Fronteriza de Noticias, sino que corresponde al punto de vista y libre expresión del autor.