DESDE MI TALLER
Por: Manuel Rodríguez Monárrez
*.- "Los jesuitas son una organización militar, no una organización religiosa" Napoleón Bonaparte
TIJUANA BC 25 DE MARZO DE 2025.- La dosis histórica para mitigar el efecto nocivo de imperios y dictaduras, han sido los jesuitas. Con un trabajo como evangelizador incuestionable, muy bien preparado con una espiritualidad sólida, con una preparación cultural e intelectual envidiable, hablando varios idiomas, Jorge Mario Bergoglio fijó su mirada en Jesucristo y con humildad argentina se ordenó austeramente jesuita, cosa que parece inverosímil, caminó en los arrabales de Buenos Aires, protegiendo curas jesuitas perseguidos por la dictadura, como ha quedado asentado en los testimonios de decenas de fieles de aquellas épocas de persecución política en la Argentina, no por nada le dicen el Papa del Fin del Mundo, aunque tenga que ver su significado más con coordenadas geográficas, no deja de ser preocupante para él y para todos nosotros, lo convulso de estos tiempos cataclísmicos, de guerras, desplazamientos forzosos, hambrunas, migrantes denigrados, y dictaduras de izquierda y de derecha que destruyen por completo la cohesión humana. Haciéndonos creer que los tiempos de egoísmo han vuelto a la humanidad para quedarse y aferrarse a la vieja idea de la destrucción del prójimo, como un método de conquista, poder y avance. Nada más falso. Los nuevos regímenes dictatoriales de derecha y de izquierda cometen un error por igual, confunden la humildad, con la humillación, lanzan mensajes de odio a oponentes políticos lo mismo en los canales oficiales de Venezuela, Nicaragua, El Salvador, México y los Estados Unidos de América, todos contaminados de un odio sin precedentes. Ya como Papa, Bergoglio impuso su estilo, para empezar se negó a usar las zapatillas rojas que usan los papas y se puso sus tradicionales zapatos negros, sencillo, directo y austero, sin duda, su llegada cambió la atmósfera, por eso creo que su tiempo no ha llegado, por eso creo que su misión no ha concluido, y algo nuevo está por suceder, que estremecerá a la humanidad y hará a muchos en posición de liderazgo a recapacitar sobre los caminos que han tomado. "El que no camina sin dejar huella, no sirve para nada" decía Jorge Mario Bergoglio mientras predicaba en las calles bonairenses, sus escritos, discursos y emisiones dominicales dejarán huella a la posteridad por su profundidad y entendimiento con sentido común del reto que enfrentamos, lo mismo interviene para pedir acallar las armas, que para exigir acciones para detener el cambio climático, acepta reformas y abraza la justicia social como eje rector de su papado.
Como católico fui el más protestante, y cómo protestante se reconocer a los buenos cristianos sean de la religión que sea, sin duda, el ascenso de Jorge Mario Bergoglio al papado fue un suceso que atrajo poderosamente mi atención, porque en ese momento tenía más de una década involucrado en la formación docente de la misión educativa jesuita en Tijuana, y porque en el mundo de los misioneros los jesuitas son algo así como el brazo armado de la Iglesia Católica, son soldados de Dios de armas tomar usan su Fe como escudo y La Palabra como espada, probados en muchos lares como revolucionarios en todos los sentidos, especialmente en las selvas centroamericanas en la década de los setenta. A Bergoglio lo han tachado de peronista en la Argentina, lugar que por cierto nunca ha visitado como Papa, será esa una de sus asignaturas pendientes?. La Iglesia Católica se compone actualmente de 1,200 millones de fieles en todo el mundo, 3 millones de ellos se educan en aulas jesuitas, como lo hiciese alguna vez el mismo Fidel Castro Ruz; la renuncia de Ratzinger su antecesor por no sentirse apto para poder hacer frente a las graves fracturas que enfrentaba su iglesia, trajo como consecuencia el ascenso del primer Papa Latinoamericano. Hace un par de semanas, el Papa Francisco I, enfrentó su memento mori, estuvo muy cerca de la muerte, seguramente tuvo momentos de revelación extrema y es que los fieles creemos que las segundas oportunidades de Dios tienen un objeto o una misión pendiente, puede ser algo inacabado o una nueva asignatura, tan pronto Bergoglio se sienta mejor seguramente narrará sus reflexiones, tras superar dos pulmonías graves, y las experiencias a las que pudo llegar un hombre de 88 años, con una vida entregada al servicio, a la conciliación y a la paz. Lo cierto es que la enfermedad se ha ido, y el hombre sobrevivió.
El jesuita subversivo de origen humilde sigue entre nosotros, y la distancia entre la guerra y la paz parece una brecha que se acorta día con día, pero debe haber un antídoto, una dosis de sensatez ante el nuevo orden nacional e internacional desesperanzador que se nos propone, debe haber una voz de ecuanimidad sólida, me quedo con los palabras de Bergoglio que les dijo a los argentinos en sus calles cuando era un cura parroquial: "Si abandonamos la riqueza de lo humilde por creernos algo que no somos, dormiremos la pesadilla de un país que abandona su destino. Será nuestra culpa". Aplica para México y para otros pueblos hermanos, no creen? Será Bergoglio la voz de la esperanza en tiempos convulsos? Sin duda, el mundo necesita un emisario de paz en estos momentos.
* El autor es internacionalista egresado de la Universidad de las Américas – Puebla, cuenta con especialidad en Economía Internacional por la Oklahoma University y obtuvo el rango de comandante de compañía naval en la Academia Militar de Culver, Indiana.
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