Por: José Alfredo Ciccone
La comunicación no tiene géneros
TIJUANA BC 6 DE MARZO DE 2025.- Es bien sabido, a esta altura de nuestra agitada civilización, el papel que cumple la mujer en el mundo actual, si bien es cierto y justo destacar la labor femenina en todos los rubros profesionales a través de los años, también lo es el hecho que hoy sin la participación efectiva de ellas sería imposible avanzar en cualquier campo activo de nuestra vida. En los ámbitos económicos, periodísticos y políticos, un par de ejemplos a destacar: La primera mujer, en toda su historia, en ejercer la presidencia de México le corresponde a la Doctora Claudia Sheinbaum Pardo. Desde Washington, La Casa Blanca, en los últimos seis años, la Dirección de Comunicación es conducida por una dama. En otras actividades importantes como el diseño de modas, con todas sus variantes y en la creación de contenidos para redes sociales siempre se distinguen por su creatividad, disciplina y puntualidad. En el mundo empresarial, ellas demuestran estar al nivel superior que exigen los compromisos de negocios actuales.
La ciencia no está ajena a los logros de la mujer y cada año la UNESCO premia a las que se destacan en distintos campos de la investigación y logros en descubrimientos científicos que aportan soluciones a la humanidad. La aportación invaluable como chefs internacionales y sumiller de comprobadas y certeras habilidades, resultan más que evidentes, son destacadas en la música popular y lírica, también como directoras de orquestas sinfónicas como Alondra de la Parra, actrices de reconocidas trayectorias, escritoras consagradas y creadoras de Best Sellers, expertas meteorólogas, políticas de alta gama y deportistas de distintas disciplinas, ganadoras olímpicas que sobresalen de la media.
La participación femenina en el tema de la comunicación, que tampoco requiere un género definido, no es un ítem menor cuando se trata, como en nuestro caso, de compilar y transmitir noticias, en una región con emociones y complicaciones muy particulares por estar situados en la frontera más transitada del mundo donde prácticamente se combinan dos culturas, con idiomas diferentes, pero intereses en común que son más que evidentes. Como ejemplo reciente, las medidas de corte arancelario que impone el gobierno estadounidense, a sus vecinos del norte y del sur, porque conmueven y preocupan por igual, mientras se buscan soluciones.
Cualquier cosa que pase en un lado de la frontera repercute sensiblemente en el otro, desde las revisiones necesarias pero mal planeadas al querer cruzar hacia ambos lados, hasta la falta de agua en la zona, pasando por los incendios, esta apasionante línea internacional que divide sólo geográficamente y une en muchas otras cosas importantes, es hoy testigo del papel importante que cumple la mujer en este rubro profesional, porque siguen avante en un cometido que nos debe comprometer a todos; comunicar con claridad para relatar hechos con la mayor celeridad y veracidad posible.
La comunicación es una tarea de todos
Parece ser ‘figurita repetida de los años setenta’ pero es muy cierto, válido y vigente en nuestros días plenos del siglo XXI, nada pasa del emisor al receptor, del escritor al lector, del locutor al oyente, si el primero no actúa decididamente sobre el que recibe; sólo pone disponibles los signos que hacen su mensaje. Y en verdad, éstos tampoco impactan directamente sobre el receptor; sino que se combina con armonía, los rechaza o los acepta. Lee en ellos el significado que su experiencia en la vida le permite. Así el acto de comunicación por sí solo, se duplica: el emisor envía algunos signos que forman un mensaje y el receptor los utiliza como mejor desea.
En esta simple definición, la voz femenina cobra impulso en la actualidad, no solo en su cometido periodístico, también en el rol valiente que implica el compromiso buscando la verdad en los hechos. En nuestro Estado, los ejemplos son muchos y variados y sería ocioso enlistar nombres, se sabe muy bien quienes leen noticias, por un lado, y otras que estudian las situaciones, haciendo investigaciones serias, esas que son útiles para completar una información oportuna. Con todo y este hecho a favor, necesitamos más mujeres periodistas serias que se caractericen y destaquen en este giro, invadido por las redes, de manera general, para enturbiar y luego salir a aclarar que se trataba de una ‘fake news’, anglicismo éste que se da a conocer, no hace muchos años, precisamente por tanta noticia falsa que publican en pantallas digitales, donde hay lugar para todos, aún para aquellos que juegan con la verdad.
A nivel nacional, pensemos por un instante si no hubiese existido una escritora y periodista excelente como Cristina Pacheco, que con su programa “Aquí nos tocó vivir” y sus conversaciones, representaron durante muchos años, verdaderas crónicas de la ciudad que reflejaban todo un acervo cultural de México o que sería del hecho de informar con profesionalismo y veracidad, sin la presencia de Carmen Aristegui, que no hace un show a su favor en cada entrevista y se dedica enteramente a la información y al entrevistado, sin buscar lucimiento personal, un verdadero ejemplo de lo que significa ejercer periodismo para la gente, ese destinatario final que quiere siempre oír lo más cercano a la verdad. Otro ejemplo lo representa la voz política, periodista de investigación permanente e incorruptible de Lilly Téllez, con sus trabajos pulcros e impecables, nos demuestran que ella es otra de las que sigue en la búsqueda que acerque la verdad al público, de los acontecimientos que se viven a diario.
La mujer, siempre ella en nuestras vidas, en los ámbitos que usted elija, a la par del hombre, sin ventajas o desventajas, destacan con inteligencia, agudeza y preparación acorde con nuestros tiempos y también anticipando a ellos.
El ocho de marzo es sólo una fecha que resalta, porque la realidad nos indica que todos los días les pertenecen.
Esta columna no refleja la opinión de Agencia Fronteriza de Noticias, sino que corresponde al punto de vista y libre expresión del autor.