DESDE MI SOFÁ
Por: Obed Silva
TIJUANA BC 26 DE ENERO DE 2025.- En la “mañanera del pueblo” del pasado viernes, la Presidenta de México puso el cascabel al gato y como catedrática universitaria dejó tarea para el fin de semana.
La tradición política mexicana establece que los expresidentes de la República, al concluir su mandato sexenal, se retiran a la vida privada y no se inmiscuyen más en los asuntos públicos.
Esa tradición surgió en la madrugada del 10 de abril de 1936, cuando el entonces Presidente Lázaro Cárdenas mandó a vivir al expresidente Plutarco Elías Calles a San Diego, California.
Algo parecido sucedió con José López Portillo cuando nombró al inquieto Luis Echeverría como embajador en las Islas Fiji, a una distancia de 9,755 kilómetros de México.
El mismo Andrés Manuel López Obrador honró la tradición y se retiró a su rancho de Palenque para escribir su obra cumbre.
El asunto viene a colación porque dos expresidentes, Felipe Calderón y Ernesto Zedillo, se han convertido en voceros e ideólogos de la maltrecha oposición de derecha en México.
No hay que olvidar que los dos personajes participaron de manera destacada en la contienda electoral de 2024, apoyando a la malograda candidata del PriAn Xóchitl Gálvez.
De manera muy activa, el Dr. Zedillo ha insistido en que las modificaciones constitucionales propiciadas por la Presidenta Claudia Sheinbaum sepultaron la democracia mexicana y abrieron una era de autoritarismo.
En un lance espectacular, la Dra. Sheinbaum evidenció que quien traicionó a México, negociando con EE.UU. la entrega de la Presidencia de la República al Pan a cambio de 40 mil millones de dólares, para atenuar “el error de diciembre” heredado por Carlos Salinas, fue ni más ni menos que Ernesto Zedillo Ponce de León.
Para demostrar su dicho, la Presidenta Sheinbaum se apoyó en el libro autobiográfico “La duda sistemática”, del ex candidato del Pri, Francisco Labastida Ochoa, quien concluyó que el Dr. Zedillo negoció en persona la derrota del tricolor en favor de la derecha panista.
¿Quiénes participaron en la traición al priismo y a la nación, que convenios de largo plazo pactaron, quienes fueron los operadores estatales, de qué tácticas electorales se valió Zedillo para que ganará Fox y cumplir su compromiso con el gobierno estadounidense?
Los zedillistas de esa época, algunos todavía muy activos en política, tienen las respuestas.
Ojalá que por el bien de nuestra pobre democracia y para limpiar el sucio pasado electoral de México, se hagan públicos los detalles de la traición.
¡Vaya! descobijada que les puso la Presidenta de México a quienes fueron zedillistas en el pasado.
NOMAS POR JODER:
El presunto violador, prefirió renunciar a su partido para no tener que destetarse de la regiduría en Tijuana. El cinismo, es la doctrina con la que educan a los panistas.
Esta columna no refleja la opinión de Agencia Fronteriza de Noticias, sino que corresponde al punto de vista y libre expresión del autor.