LA BUFADORA
Por. – El Mosquito
ENSENADA BC 10 DE OCTUBRE DE 2024.- El viralizado caso en las redes sociales por el despido del conductor de televisión de Canal 66 de Mexicali, Gustavo Macalpin, a quien en pleno programa en vivo el gerente de esa emisora, Luis Arnoldo Cabada Alvídrez, le informó que “este es tu último programa”, fue un asunto que llegó hasta la presidencia de la república, porque la propia Claudia Sheinbaum Pardo hizo eco de la percepción -cierta o falsa- de la mayor parte de la audiencia nacional e internacional, la cual considera que se trata de un grotesco acto de censura, al grado que la mandataria federal en su conferencia de prensa mañanera pidió “que le regresen su programa; no es correcto si la decisión se tomó porque habló mal de la gobernadora (de Baja California) o de alguien más”.
Y aunque un día antes la gerencia de dicha televisora ofreció una disculpa por la forma en que despidieron a Macalpin luego de seis años de laborar con ellos, y pretendieron explicar que su salida no fue por censura sino por desacuerdos en la comercialización del programa, lo cierto es que este conflicto se debió resolver internamente, pero se salió de control, salpicó a muchos y generó una gigantesca condena social en las “benditas redes sociales” … ¿Quién decía eso?
Esta virulenta reacción en las plataformas digitales es porque el despido de Macalpin coincide con el hecho de que un día antes criticó en su programa al esposo de la mandataria estatal, Carlos Torres Torres, y por la estridencia y tono de los comentarios de la gente, la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda subió un video para deslindarse de tal situación, incluso sostuvo que es amiga de Macalpin y que respeta su trabajo, al igual que la libertad de expresión.
TODOS PIERDEN
En este embrollo generado por el caso Macalpin todos pierden, porque para el grueso de la audiencia también evidencia una claudicación de algunos medios de comunicación en la defensa de la libertad de expresión.
Lo peor es que, a pesar de ser un derecho constitucional, no existe sanción alguna para su censura y la reprobación social parece no importarles a los dueños de los medios de comunicación que la practican.
Pero lo más grave es que, en corto tiempo, los televidentes que seguían a Gustavo Macalpin, con excepción de sus amigos, algunos de sus colegas y unos cuantos seguidores, pronto se olvidarán de él y de la humillante forma en que fue despedido, porque la solidaridad en estos casos no parece ser algo que la sociedad valore mucho. Y esto apenas comienza.
En este medio entendemos que las relaciones laborales o contractuales no son eternas, que tienen un principio y un fin, pero condenamos enérgicamente la forma en la que el comunicador fue despedido de su trabajo con claras pretensiones de causarle humillación.
PIDEN ESTRATEGIA
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo entiende bien que la corrupción en el gobierno se asocia con los privilegios de los funcionarios, falta ver qué hará su administración con los casos de corrupción que continúan impunes, consideró Eduardo Bohórquez, director de Transparencia Mexicana.
Los escándalos de corrupción que aún están vigentes, señaló, vienen en su mayoría del sexenio de Enrique Peña Nieto y se sumó uno más de la administración de Andrés Manuel López Obrador.
“Todavía no hay claridad qué hará su gobierno, y especialmente la Fiscalía General de la República, en casos sin sanción como el de Emilio Lozoya, la Estafa Maestra, Odebrecht, Segalmex y Vitol”, indicó.
La Estafa Maestra fue un desvío multimillonario operado desde la Secretarías de Desarrollo Social y Desarrollo Agrario durante el mandato de Peña en el que la mayoría de los ex funcionarios implicados han librado las acusaciones.
Los casos Odebrecht y Vitol, así como el de Lozoya, implican el pago de sobornos millonarios de esas empresas al ex director de Pemex y a otros directivos para la obtención de contratos. Lozoya aún está bajo proceso, pero no ha sido sentenciado.
Segalmex es el principal caso de corrupción de la administración de López Obrador, desde esa entidad se cometieron irregularidades por más de 9 mil 500 millones de pesos y aunque se iniciaron procesos contra algunos responsables, se exculpó a quien fuera su director, Ignacio Ovalle.
El pasado 1 de octubre, Sheinbaum presentó los 100 compromisos que guiarán su administración, entre ellos, mantener la austeridad gubernamental, implementar un gobierno honesto, honrado, sin nepotismo, corrupción e impunidad.
Bohórquez recordó que desde la campaña presidencial Sheinbaum reconoció que es necesaria una profunda modernización de la administración pública federal.
“Aquí muy probablemente se tomará como eje la estadística del Inegi que muestra que la corrupción desvía recursos escasos de las familias mexicanas”, señaló.
Si esta prioridad se mantiene, agregó, es altamente probable que su gobierno reduzca la corrupción en trámites y servicios que mide Inegi.
Esta columna no refleja la opinión de Agencia Fronteriza de Noticias, sino que corresponde al punto de vista y libre expresión del autor