Dr. José Alejandro García Galván*
El concepto de género se extiende más allá de una concepción binaria que por un lado se comparsa de diversas identidades, mientras que, por el otro, se contraponen a las normas tradicionales y no se limitan a la genitalidad del individuo (Liberato, 2018). Las identidades de género son construcciones socioculturales enraizadas profundamente dentro de nuestro contexto histórico, con una resistencia al cambio derivada de la representación social de la memoria colectiva establecida (Pintos, 2005; Banch, 2011).
El problema del género es observado y estudiado por la Teoría Social como una actividad colectiva latente que reproduce relaciones discriminatorias e inequitativas, y que propone la búsqueda de los resquicios de la resistencia al cambio para la comprensión de las identidades de género, con énfasis en las interconexiones entre la memoria social, las representaciones hegemónicas y las construcciones sociales inconscientes. (Banch, 2011)
Luego entonces, ¿el problema de la inclusión de género recae sólo en la confrontación entre los imaginarios sociales? Es decir, ¿el problema se reduce a las diferencias perceptuales de los individuos?
De una manera simplista pudiésemos afirmar lo anterior partiendo desde una visión reduccionista del problema, sin embargo, es necesario reconocer la complejidad de la diversidad de género donde sus implicaciones sociales son esenciales para abordar los aspectos de la inclusión y la exclusión dentro de la sociedad contemporánea (Pintos, 2005; Liberato, 2018).
Dado lo anterior, el género como constructo social es un proceso latente a través del cual se perpetua la discriminación y la inequidad. Así, constituye en sí mismo un factor clave para la construcción social de la realidad, su preservación y desarrollo de los valores culturales. A partir de estos últimos, es que la población joven adopta sus imaginarios en forma persistente y determinista en torno a los roles de género, los cuales orientan una interacción desigual naturalizando el poder del varón y la subordinación de la mujer.
Los imaginarios determinísticos del género pueden orientar el entorno de conflicto y violencia en el desarrollo de las preferencias sexuales que no caben en los modelos predeterminados, donde los elementos principales de los imaginarios determinísticos del género, que se identifican con el éxito en los negocios, la belleza, delicadeza y fuerza física.
En todas las sociedades humanas se manifiestan ciertos roles diferenciados que restringen e idealizan las aptitudes y capacidades de cada género, femenino y masculino. Esto hace que su imagen e identidad varíen dependiendo de las prácticas culturales y las preconcepciones definidas para los diferentes géneros.
Al final, es importante reconocer que los constructos actuales de los géneros identificados como LGBTQIA+ (lesbiana, gay, bisexual, transgénero, queer, intersexual, asexual y más) sugieren la distinción entre los diferentes niveles de intervención del género como organizador significativo en las sociedades humanas respecto de los grupos no identificados con la concepción binaria del género. Empero, reflejan también un carácter más abstracto que analítico del concepto de género en sí, que no permite diferenciar entre lo simbólico, lo imaginario y lo subjetivo. (Serret, E.F. 2011)
De esta forma, la categoría género se difumina frente a los complejos desafíos que brindan las cambiantes identidades de género en las sociedades contemporáneas, ya que para analizar estas transformaciones no basta la definición originaria de este concepto basada en la construcción cultural de la diferencia sexual, donde lo biológico dejó de ser determinante. De ahí que la educación social del género juega un rol importante en la construcción de una sociedad más justa e igualitaria, que reconozca el valor del género y las diferencias sexuales que garanticen la equidad de oportunidades para todos; aun cuando el rol de género adoptado se soporte en imaginarios simbólicos y subjetivos a veces compartidos, o no.
¿Usted qué opina?
Referencias:
Banchs, M.A. (2011). Representaciones sociales, memoria social e identidad de género. Corpus ID: 142855072.
Liberato, G. & Steven B. (2018). Bases para comprender la diversidad de género y la diversidad sexual, JSR Funlam Journal of Student´s Research.
DOI: https://doi.org/10.21501/25007858.3141
Pintos, J.L. (2005). Inclusión-exclusión. Los imaginarios sociales de un proceso de construcción social. Corpus ID: 141225458.
Serret, E.F. (2011). Hacia una redefinición de las identidades de género. Corpus ID: 178380882
Semblanza del Dr. José Alejandro García Galván
Es Doctor en Ciencias Sociales por el Colegio de la Frontera Norte 1998-2003, con maestrías en Ciencias Sociales Aplicadas y en Bussiness Intelligence por la UABC y la Universidad de Oberta en España, respectivamente.
Funge como Consejero Electoral en el 6to. Distrito Electoral Federal en la ciudad de Tijuana desde el 2015; catedrático de licenciatura y posgrado en diversas instituciones de educación superior; y Director General de GO Integral SC, consultora de proyectos para organismos gubernamentales e instituciones privadas.
Actualmente, colabora en la Secretaría General Académica de El Colegio de la Frontera Norte, A.C.
Esta columna no refleja la opinión de Agencia Fronteriza de Noticias, sino que corresponde al punto de vista y libre expresión del autor