DESDE MI SOFÁ
Por: Obed Silva

TIJUANA BC 21 DE MAYO DE 2023.- Doce años atrás pregunté a quién fuera director de la policía municipal de Tijuana; ¿por qué los delincuentes son tan sanguinarios pero cuando son aprehendidos se acobardan? El militar me contestó; mientras gozan de impunidad son crueles pero cuando se les acaba la protección son cobardes. 

Carlos Hernández Vázquez, miembro de la Asociación de Especialistas Certificados en Delitos Financieros, dice que el verdadero negocio del crimen organizado se basa en el control del territorio, para ello se apoyan en dos vertientes: la corrupción y la violencia. 

El citado especialista afirma: ”una vez que se tiene posesión del territorio, por medio del miedo-violencia y la corrupción, se puede generar un ambiente de impunidad que permite traficar lo que sea...” 

Bajo la anterior fórmula, al tener el control territorial sumado a la represión a través de la violencia y el cobro de piso como impuestos, el crimen organizado constituye su propio gobierno. 

De tal suerte que la impunidad es el pilar que sostiene la pirámide del gobierno del crimen organizado.

La Impunidad se define como “la inexistencia, de hecho o de derecho, de responsabilidad penal por parte de los autores de delitos, así como de responsabilidad civil, administrativa o disciplinaria, ya que escapan a toda investigación, inculpación o procesamiento".

Los académicos dicen que la impunidad es más común en sociedades que carecen de una tradición del imperio de la ley, sufren corrupción política, tienen arraigados sistemas de mecenazgo político, las fuerzas de seguridad están protegidas por inmunidades o donde el poder judicial es débil.

La impunidad es un factor que alienta la actividad delictiva y, a su vez, descompone las instituciones y el tejido social. El hecho de que no haya castigos o sanciones para los infractores motiva a éstos a seguir rompiendo las reglas e incita a otras personas a actuar de la misma manera.

El Índice Global de Impunidad México 2022, de la Universidad de las Américas Puebla, reveló que en una escala de 100 puntos el Estado de México destacó con el mayor índice de impunidad con 74.55 puntos, el segundo lugar lo ocupó Baja California con 69.84 puntos y el tercero Veracruz con 65.56 puntos.

Por su parte, la asociación civil México Evalúa publicó en el año 2021 la edición; "Hallazgos desde lo Local", en dónde establece que en Baja California el 79.2% de los delitos denunciados e investigados en la entidad quedaron impunes. 

Al analizar delitos específicos, el estudio concluye que el robo simple (99.7%), narcomenudeo (97.9%), extorsión (97.8%), violación (97.1%) y violencia familiar (97.1%) obtuvieron los más altos porcentajes de impunidad.

El citado reporte indica que la cifra negra –determinada por la proporción de delitos que no llegan a ser denunciados o investigados– alcanza el 89.8% en Baja California.

El referido informe destaca que las personas que trabajan en las instituciones del sistema de justicia penal en Baja California tienen cargas de trabajo muy por encima del promedio nacional. 

Durante 2021 cada agente del Ministerio Público se encargó de 342 carpetas de investigación, mientras que el promedio nacional es de 169; cada perito llevó 383 intervenciones, por encima del promedio nacional de 356; y cada defensor público representó a 968 personas, en contraste con el promedio nacional de 271.

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