Brasil 27 de junio de 2014 (lasillarota.com).- El presidente de Uruguay, José Mujica, aseveró hoy que la drástica sanción impuesta por la FIFA al goleador uruguayo Luis Suárez, será una "eterna vergüenza en la memoria de los mundiales".
En la radio M24, Mujica consideró que a Suárez “lo trabajaron” para sacarlo y subrayó que la suspensión de nueve partidos, la multa de 100 mil francos suizos, la prohibición de realizar actividades vinculadas con el futbol y asistir al estadio que le aplicaron, “va a ser algo inolvidable”.
"Ese muchacho genial que tiene la inteligencia en los tobillos brillantes, en la cancha no pudo soportar una calentura (...) y al final no aguantó y estalló. Es que es un viejo juego conocido y conociendo el carácter lo trabajaron de una manera de sacarlo", dijo Mujica.
El mandatario, quien la noche del jueves acudió al aeropuerto a recibir a Suárez, pero se retiró ante la demora del avión, dijo que jamás se podrá entender “la truculencia” de los procedimientos aplicados por la FIFA.
“Hemos tenido que padecer no una injusticia o una sanción, que en parte podría entenderse, pero solo en parte, pero no puede entenderse jamás la truculencia, la forma, los procedimientos aplicados”, dijo.
El gobernante uruguayo añadió que fue “una monstruosa agresión que no solo derrumbe a un país fundamentalmente por la forma, por la forma que se transforma en un contenido peyorativo de desprecio".
En el programa radial, Mujica contó que en la madrugada de este viernes “volvimos (al aeropuerto) a las 5 de la mañana y en medio de la pista en nombre del pueblo uruguayo le dimos un humilde abrazo y lo invitamos a seguir viviendo, aprendiendo”.
“A las 5:30 estábamos con la familia recibiéndolo en una mañana fría, pero todos con el corazón caliente, unidos como sociedad", relató Mujica.
Al concluir el programa, el presidente advirtió a la selección charrúa que este sábado enfrentará a Colombia por octavos de final de la Copa del Mundo, que esto no es una guerra.
"Ojo, ojo esto es una fiesta deportiva, primero que nada es una fiesta. Y como tal hay que ver. Segundo no es una guerra, de ninguna manera. Que el dolor y la ofensa no nos achique el alma ni la visión”.
“Confiamos y estamos al lado de nuestros compatriotas en el triunfo o en la derrota, agradecidos por lo mucho que nos han dado", señaló.