Por: Alejandro Ramírez
CIUDAD DE MÉXICO 10 DE ABRIL DE 2025 (AFN).- El mundo del futbol está de luto, pues Leo Beenhakker falleció a los 82 años, aún se desconocen las causas de su muerte. El carismático técnico neerlandés dejó una huella imborrable en el Club América y en varios de los clubes y selecciones más importantes del mundo.
Aunque su carrera estuvo marcada por grandes logros en Europa, en México es especialmente recordado por su paso por el Club América, al que dirigió durante la temporada 1994-1995. En ese breve, pero espectacular periodo, Beenhakker revolucionó al equipo con un estilo ofensivo, rápido y contundente.
Bajo su mando, las Águilas se convirtieron en una máquina de goles, al grado de ser apodadas "las Águilas africanas", gracias a la presencia de figuras como Kalusha Bwalya y Francois Omam-Biyik.
En ese torneo, el América fue líder general con 45 puntos, anotó 74 goles en 31 partidos y tuvo una efectividad del 72.5%, asegurando su pase a la liguilla con cinco jornadas de anticipación. A pesar de su espectacular desempeño, el equipo fue eliminado en semifinales y Beenhakker salió del club tras diferencias con el entonces presidente Emilio Diez Barroso, lo que dejó un sabor agridulce entre la afición azulcrema.
Regresó brevemente al América en la temporada 2003-2004, donde llevó al equipo a los octavos de final de la Copa Libertadores y a los cuartos de final del torneo local.
Beenhakker no solo dejó huella en México. Fue técnico del Ajax, con quien ganó la Eredivisie (1979-1980); del Real Madrid, donde conquistó tres Ligas consecutivas (1986-87, 1987-88 y 1988-89) y una Copa del Rey; y del Feyenoord, donde también logró un campeonato nacional.
Además, dirigió a selecciones como la de Países Bajos (1985-1986), Trinidad y Tobago (logrando su histórica clasificación al Mundial 2006) y Polonia (Eurocopa 2008).
Controversia con Hugo Sánchez en el Real Madrid
Su etapa en el Real Madrid también estuvo marcada por la polémica, especialmente por el conflicto con el delantero mexicano Hugo Sánchez. En 1992, Hugo fue multado y separado del equipo tras negarse a ser suplente en un partido de la Copa UEFA contra el Torino.
El enfrentamiento con Beenhakker fue clave en su salida del club. El técnico declaró que no podía convocar a un jugador que no estuviera dispuesto a ayudar desde el banquillo.
Beenhakker continúa siendo una figura respetada en el mundo del fútbol. Su legado perdura a través de las generaciones de futbolistas y entrenadores que se inspiraron en su visión y filosofía de juego.