*.- Apagón de media hora, de lo más sobresaliente
NEW ORLEANS EU 4 DE FEBRERO DE 2013 (AFN).- Los Cuervos de Baltimore soportaron un intento de regreso de los 49's de San Francisco para despedir a su jugador más icónico, el apoyador Ray Lewis, con su segundo Trofeo Vince Lombardi erigiéndose con una victoria 34 a 31 en el Super tazon XLVII.
Los Cuervos dominaron el partido por completo en la primera mitad. El equipo de John Harbaugh recurrió casi de inmediato a la ofensiva sin reunión y consiguieron abrir el marcador con un pase de Joe Flacco a Anquan Boldin de 14 yardas. Baltimore recibió ayuda temprana de un par de errores mentales de parte de unos 49ers que salieron del túnel sin parecer listos para el escenario del Super Bowl.
Los 49ers de Colin Kaepernick trataron de reaccionar de inmediato internándose en el territorio de sus rivales pero tuvieron que conformarse con tres puntos luego de una captura heroica de Paul Kruger.
Los 49ers parecían listos para tomar la delantera llegando en su siguiente serie hasta la yarda 24 de los campeones de la AFC pero LaMichael James perdió el balón, que fue recuperado por Arthur Jones sacando el aire a todo San Francisco. Flacco tomó las riendas y consumió cuatro minutos y medio de camino a encontrar a Dennis Pitta para su segundo touchdown de la tarde.
Los Ravens asestaron otro duro golpe cuando, tan sólo en la siguiente jugada, Kaepernick fue interceptado por Ed Reed dejando a su ofensiva en la yarda 38 de San Francisco. El mayor de los Harbaugh intentó matar las aspiraciones del cuadro de su hermano Jim cuando, tras ser detenidos, intentó un engaño de gol de campo que se quedó corto del primer y diez en la yarda seis. Eso retardó a la ofensiva de Ravens pero no la detuvo. Flacco lanzó su tercer pase de anotación de la noche en una conexión de 56 yardas que, tras un error en la secundaria, Jacoby Jones llevó a las diagonales. San Francisco solo pudo descontar tres puntos más al medio.
Baltimore arrancó el segundo tiempo a tambor batiente pues el mismo Jones devolvió la patada de salida del tercer cuarto 109 yardas para otro touchdown.
Sin embargo, cuando los 49ers parecieran enterrados y el Superdome apagaba simbólicamente sus luces en un apagón que duró más de media hora, Kaepernick hiló una serie de 80 yardas que culminó en un pase de 31 yardas a Michael Crabtree. El fuego de los 49ers se encendió más cuando, tras detener a Baltimore en tres jugadas, Ted Ginn Jr. devolvió un despeje hasta la 20 de Ravens y, dos jugadas después, Frank Gore cerró más el juego con una carrera de seis yardas para touchdown.
La corriente parecía cambiar por completo cuando, en un momento de pesadilla, Ray Rice perdió el balón en su yarda 23 y los 49ers recortaron otros tres puntos a la diferencia.
Kaepernick estuvo a punto de firmar la remontada más impresionante en un Super Bowl cuando los 49ers anotaron en el último cuarto cortesía de una carrera de 15 yardas del versátil mariscal. La conversión de dos puntos que hubiera empatado el juego, empero, no fue exitosa y San Francisco se encontró abajo por dos puntos cerca del ocaso del juego, 31 a 29. Los Cuervos consiguieron un gol de campo más, lo que les dio flexibilidad al cierre del partido y, en una jugada brillante llamada por John Harbaugh, quien fuera coordinador de equipos especiales, el pateador de despeje Andy Lee hizo tiempo en la zona de anotación y aceptó un safety, con la conciencia de que despejarían con solo cuatro segundos.
En efecto ya no hubo nada que los 49ers pudieran hacer para evitar caer por primera vez en sus seis viajes al Super Tazón
Los Cuervos no solo mantuvieron su marca perfecta en el “Súper Domingo”, sino que, tras dos títulos, nunca han ido detrás en el marcador en el gran juego. Al final algunos de los adagios más viejos resumen los partidos. Baltimore ganó la batalla de las pérdidas de balón y fue determinante en equipos especiales.
El premio al Jugador Más Valioso fue merecidamente otorgado a Joe Flacco, que empató un record de postemporada con 11 touchdowns en los playoffs de este año y no lanzó una sola intercepción. Así, en una noche que será recordada por el apagón y un intento de regreso aguerrido, Ray Lewis se dirigió al retiro con siete tackleadas y otro Trofeo Lombardi, en un camino que inevitablemente terminará en Canton, Ohio.