CIUDAD DE MÉXICO 5 DE ENERO DE 2017 (La Silla Rota).- Los enfermeros y enfermeras son parte esencial en el cuidado de los pacientes en los hospitales, pues ayudan a sanar y brindan ánimo para enfrentar mejor la enfermedad.
 
El Hospital de Apoyo de Brasilia en Brasil, sabe la importancia de tratar bien a los pacientes por lo que cuenta con los enfermeros más “perrones”, ya que además del personal usual de enfermería, un grupo de perros cuidan de las personas ingresadas en el centro clínico.
 
Cada semana los pacientes de este hospital, reciben la visita de los perros “enfermeros” que les mejoran el ánimo y les ayudan a recuperarse de lesiones y enfermedades.
 
15 minutos de alegría
 
Al hospital acuden perros de todos tamaños y razas, desde pastor alemám hasta Shih Tzus, quienes por 15 minutos alegran a los pacientes, se acurrucan con ellos, los acompañan a sus clases de manualidades o simplemente juegan con ellos.
 
El programa que inició hace cinco meses, fue pensado para los pacientes con cáncer en etapa avanzada, quienes tienen enfermedades crónicas o se recuperan de traumatismos, ya que la visita de los caninos les ayuda a tener una buena rehabilitación física y mental.
 
“Un poco de la tristeza desaparece”, declara una paciente de 27 años quien recibe tres visitas al mes por un trastorno degenerativo del sistema nervioso.
 
No todos son candidatos
 
Para poder llevar a cabo el proyecto cerca de 60 voluntarios llevan semanalmente a sus mascotas, las cuales cumplen con una serie de requisitos para ser parte del equipo.
 
Nayara Brea, coordinadora del programa, explica que sólo uno de cada 10 aspirantes es aceptado para el programa, ya que se debe cumplir lo siguiente:
 
Pasar exhaustivas revisiones de salud
Someterse a entrenamiento
Ser excepcionalmente tranquilos para no estresar a los pacientes
No deben ladrar
Deben ser amables con los humanos y otros perros
 
De acuerdo a Valeria Carvalho, voluntaria que lleva a su pequeña Schnauzer al hospital, el contacto de los perros con los pacientes es muy bueno porque los caninos los aceptan sin dudarlo y los humanos tienen una perspectiva diferente de su situación.
 
“La gente empieza a tener una perspectiva diferente sobre la vida, sobre la salud”, concluye.