CIUDAD DE MEXICO 27 DE DICIEMBRE DE 2016 (La Silla Rota).- La revista médica BMJ publicó un artículo en Archives of Disease in Childhood, donde advirtieron sobre el riesgo de ahogamiento que supone comer uvas enteras para los niños menores de cinco años.
Los expertos en medicina de urgencias afirmaron que la mayor parte de la población no es consciente de este peligro.
En un análisis realizado arrojaron que los productos alimenticios están detrás de más de la mitad de casos de asfixia mortal en niños menores de cinco años.
El primer puesto lo tienen los caramelos, seguido por los perros calientes y en tercer lugar las uvas.
“Las uvas son frutas ovales, envueltas en una piel suave y ligeramente flexible. Con perritos calientes nos referimos a las salchichas, porque comparten algunas características con las uvas por su riesgo. En cuanto a dulces, nos remitimos a chucherías cuya dureza podría dificultar su extracción en caso de asfixia”, explicó Sinc Jamie G. Cooper, médico de urgencias en los Servicios Nacionales de Salud (NHS) en Aberdeen.
En el documento indican el perfil del riesgo donde resaltan que las vías respiratorias de los niños son pequeñas, no tienen todos sus dientes desarrollados para masticar correctamente, su reflejo de deglución aún es inmaduro y se distraen fácilmente.
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Cabe mencionar que las uvas suelen ser más grandes que sus vías respiratorias, a diferencia de otros objetos pequeños y duros, como las nueces, su superficie suave les permite bloquear por completo las vías y dificultan la extracción si no se tiene herramientas especiales.
Los especialistas mencionaron ejemplos de los casos que han tratado en el área de urgencias, como el de un niño de dos años que sufrió convulsiones y tuvieron que reducir la hinchazón en su cerebro y drenar sus pulmones por acumulación de líquido.
“No hay cifras exactas, pero es probable que la gran mayoría de episodios de asfixia se controlen con medidas de primeros auxilios, o haciendo que el paciente tosa insistentemente”, dio estos ejemplos para poder resolver con técnicas adecuadas como la maniobra de Heimlich.
Los expertos aconsejaron cortar los alimentos en piezas adecuadas antes de dárselas a niños menores de cinco años, además enfatizaron que siempre deben ser supervisados por un adulto mientras los niños comen.