*.- para echarlos al mar
CANADA 12 DE JULIO DE 2016 (SDPNoticias).- “Esperamos encontrar un lugar en el que no haya jaulas esperándolas”, dijeron.
Unos monjes budistas de Canadá le han dado al mundo una lección de humanidad al liberar unos 300 kilos de langostas frescas compradas a los pescadores de la isla Prince Edward.
Antes de regresarlas a las aguas del Atlántico Norte, las bendijeron e hicieron una oración en su nombre: “Esperamos encontrar un lugar en el que no haya jaulas esperándolas”.
Posteriormente, subieron a un barco y fueron lanzándolas una a una por la borda ante la presencia de los propios pescadores. Se estima que los monjes gastaron alrededor de 4, 800 dólares.
“El propósito último para nosotros es cultivar la compasión respecto a otros. No tienen por qué ser langostas, pueden ser gusanos, moscas, cualquier animal… conducir más despacio para no atropellar animalillos en las calles”, dijeron.