CIUDAD DE MÉXICO 27 DE MAYO DE 2016 (Que.es).- ¿Tendrá mi hijo los ojos azules como su padre? ¿Sacará la nariz de su madre? ¿El pelo de sus abuelas? La genética nos determina los rasgos físicos, los genes, la altura... Todo. Pero lo cierto es que hay muchas cosas, muchos rasgos de la personalidad y declinaciones emocionales que también pasan de padres a hijos sin que nos lo planteemos. Si eres adicto al café, muy probablemente tu descendencia también lo sea. Te contamos lo que tienes de tus padres y lo que tendrán tus futuros retoños.
El espíritu aventurero
Entre escoger montarte en una atracción con muchos lupins y quedarte abajo mirando, está tu personalidad. Ese amor por el riesgo, la adrenalina y la aventura se hereda del padre o de la madre, así como el hecho de preferir no montarte ni en una noria. Un estudio del
Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson en EEUU halló un gen que determinaba el desarrollo de la amígdala que se encarga de las emociones dentro del cerebro, las mismas que intervienen en practicar deporte extremo o, por el contrario, morirte de vértigo con solo pensarlo. El gen determina que si se tiene una copia, se tendrán pensamientos temerarios.
La memoria emocional y las respuestas antes las situaciones que provocan miedo son prácticamente iguales que las que sienten nuestros progenitores o, al menos, uno de los dos.