MÉXICO DF 22 DE OCTUBRE DE 2015 (La Silla Rota).-La contaminación se ha convertido en uno de los mayores problemas de salud en todo el mundo, ya que de acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), anualmente se registran siete millones de muertes prematuras debido a la exposición a las condiciones atmosféricas que provocan distintos tipos de enfermedades.

Los pulmones y el corazón, son las principales áreas que afecta la contaminación, sin embargo, puede afectar a cualquier parte de nuestro organismo como el cerebro, lo que puede ser perjudicial especialmente para los niños. 

Para entender cuáles son los efectos en el cerebro, el Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (CREAL) de Barcelona, España, realizó un estudio para medir los niveles de polución y el desarrollo cognitivo de 3,000 niños de diferentes escuelas de la ciudad

El procedimiento consistió en escanear el cerebro usando imagen por resonancia magnética funcional (IRMF), y los resultados preliminares mostraron que los cerebros de los niños que están en áreas de alta contaminación responden más lentamente a los estímulos visuales y auditivos. 

"Y lo que encontramos fue que los niveles de contaminación en los salones de clase y los corredores estaban relacionados con el desarrollo de las funciones cerebrales y también con los síntomas clínicos de problemas de conducta", explicó Jordi Sunyer Deu, el director científico adjunto e investigador de CREAL. 

En relación a los adultos, el investigador mencionó que ocurre lo mismo que en los niños, especialmente en las últimas etapas de la vida. 

“La decadencia cognitiva se acelera debido a la polución atmosférica", mencionó. 

Así mismo, señaló que también realizaron estudios para mostrar cómo la exposición a la contaminación afecta a los bebés cuando están en el vientre. 

Los estudios realizados a niños de ocho años, demostraron que había reducciones directas de volumen en su cerebro, particularmente en el hemisferio izquierdo.

Sobre las formas en que la contaminación entra a nuestro organismo, el investigador explicó que se hace por tres vías:

1. Aspirando las partículas, las cuales llegan a los pulmones.

2. Los contaminantes actúan como portadores de otras moléculas que se difunden más fácilmente por nuestro torrente sanguíneo, llegando hasta el cerebro.

3. Los contaminantes pueden viajar directamente a través de la nariz al cerebro, sin pasar del todo por el torrente sanguíneo.