MÉXICO DF 31 DE JULIO DE 2015 (La Silla Rota).- Los perros han generado fuentes de empleo para miles de mexicanos. Dentro del mercado de las mascotas ya no sólo está presente la figura del veterinario, también hay entrenadores, paseadores, cuidadores, estilistas, nutriólogos, maestros de yoga y etólogos caninos, quienes estudian la conducta de los animales, este último, es quizá uno de los empleos más novedosos que ha traído la convivencia tan estrecha que se ha dado en los últimos años entre perros y humanos.

De todos estos empleos se vive y se puede ganar muy bien, dependiendo de la cantidad de perros que se tengan como pacientes o clientes. Incluso, hoy existen escuelas que imparten cursos de entrenamiento canino, etología e incluso doga que es la función entre las palabras yoga y dog. Sitios donde se les enseña a los amantes de los animales un nuevo oficio o profesión con el que pueden ganarse la vida.

Isaac Velasco estudió etología canina, además de psicología, es entrenador empírico y teórico de perros desde hace diez años, por sus manos han pasado unos 100 caninos con los que ha trabajado problemas de estrés, depresión, convivencia social y agresividad.

Como también es psicólogo se ha especializado en entrenar perros para que sean utilizados en terapias psicológicas asistidas, como parte de una técnica novedosa con la que a través del perro se les da terapia a  niños autistas, con problemas de lenguaje o de desarrollo emocional.

La etología es la rama de la biología y de la psicología experimental que estudia el comportamiento de los animales en el medio en el que se encuentran, ya sea en situación de libertad o en condiciones de laboratorio, aunque son más conocidos los estudios de campo.

Los científicos dedicados a la etología se denominan etólogos y estudian las características conductuales distintivas de un grupo determinado y cómo éstas evolucionan para la supervivencia del mismo en un ambiente determinado. Su objeto de estudio es el comportamiento animal en su interacción con el medio. Los seres humanos, forman parte del campo de estudio de la etología. Esta especialización se conoce con el nombre de etología humana.

Es un sábado por la mañana e Isaac está en un parque público entrenando a Ringo, un labrador de un año de edad que resulta que nació con un temperamento amable y gustoso por los niños, "es un perro perfecto para ayudar en la terapia asistida para niños, pero hay que entrenarlo", dice el etólogo y entrenador.

Los perros de asistencia han estado entre nosotros desde hace mucho tiempo. Todos conocemos a los perros guía que ayudan a las personas con discapacidad visual. Pero esto es sólo un ejemplo, pues en los últimos años  se han desarrollado dinámicas de trabajo con animales que los han convertido en verdaderos terapeutas y asistentes en los tratamientos.

El trabajo de Isaac consiste en entrenar  perros para asistir problemas psicológicos en los humanos, por ejemplo, perros de servicio para personas con problemas de audición, perros que son capaces de empujar una silla de ruedas y auxiliar a su usuario si éste necesita alcanzar algún objeto; entre otras habilidades. Además de desarrollar  diversas terapias asistidas para personas con autismo, síndrome de down, problemas motrices y muchos otros tipos de discapacidad.

Isaac vive de esto y cobra 5 mil pesos por diez sesiones de adiestramiento canino. Dice que además de prepararlos para la asistencia también trata problemas emocionales muchas veces generados por los propios humanos y dueños de los animales

"Se ha exagerado en la humanización de los perros", dice.

Isaac Velasco cuenta  que la parte complicada de su trabajo es hacer entender a los responsables de los perros que el canino es un animal y que humanizarlo sólo le generará conflictos emocionales. "Un perro no debe dormir en la misma cama de sus humanos, tampoco comer cada vez que quiera, ni usar zapatos o impermeables para la lluvia", comenta.
 
Lo ideal para un perro, agrega, es tener vida de perro, mojarse cuando llueve, salir a pasear, convivir y jugar con otros perros, tener un horario y un alimento especial para comer, tener su propia cama y  espacio para dormir dentro de la casa.

"Los humanos se acercan a mi cuando los perros presentan problemas de conducta, de interacción con los demás, y es entonces cuando mi intervención ayuda al animal a adaptarse mejor al medio, pero una y otra vez me encuentro con que el mayor problema está en la moda de humanizar al perro", dice.

Aclara que todos los perros nacen con un temperamento y que todo lo que vivan durante sus primeros nueve meses influirá en su conducta posterior, que el entrenamiento ayuda mucho y se puede trabajar en temas muy específicos.

"Es un trabajo apasionante, yo lo hago por gusto, porque los perros son mi vida y porque se les puede aprender mucho y ser de mucha utilidad para el humano, no sólo como animales de compañía sino como aliados para curar enfermedades emocionales", agrega.
 
El estilista canino

Jorge López es estilista canino. Vive de cortar pelo, uñas e incluso maquillar imperfecciones de perros. Conoce las características de cada raza y sabe que el pelo se debe cortar hacia la misma dirección. Trabaja con perros de exhibición o show.

"Es una actividad por la que se puede cobrar 100 pesos si se trata de una estética canina donde sólo se limpie y corte el pelo al perro o hasta 3 mil pesos si se trata de preparar a un a ánimo para una exhibición" , comenta.

En ese caso, Jorge, debe alinear el pelo del perro, maquillar con talcos las imperfecciones, sobre todo de la cara, desaparecer las mordidas, lunares o manchas para emparejar el color.

"Un perro en una exhibición o competencia que no esté bien alineado, simplemente es descalificado. Por eso es que nuestro trabajo es tan importante", explica.

Jorge vive de esta práctica y tiene ganancias variables, "todo depende de cuantas exhibiciones tenga, aunque conozco todas las razas, me especializo en schnauzer", agrega.

Los sueldos "perrones"

La medicina veterinaria es un campo amplio y difícil, podría decirse que incluso más que la medicina humana. El campo de práctica de un médico se basa en la misma especie todos los días, mientras que los veterinarios deben aprender la anatomía y fisiología de muchos animales diferentes.

Los veterinarios pasan ocho años en la escuela, igual que los médicos, y suelen ser residentes de uno a cuatro años. Sin embargo, sus salarios son menores que los de los médicos. Los sueldos  van de los mil 400 a los 20 mil pesos quincenales, depende de si trabajan por su cuenta o tienen consultorio y de la zona donde trabajan.

Las guarderías o pensiones caninas cobran  de 2 mil 500 a 5 mil pesos mensuales por una estancia que va de las tres a ocho horas diarias. Quienes trabajan como cuidadores en estas guarderías reciben un sueldo promedio de seis mil pesos mensuales por ocho horas de trabajo durante seis días a la semana.

Al paseador de perros cada vez lo vemos más en las calles de la Ciudad de México. Caminan por las zonas residenciales con unas diez correas en mano. Son muchas veces jóvenes que se ofrece para sacar a caminar a las mascotas durante una hora diaria por una remuneración económica que va de los 150 a los 200 pesos por semana y por perro. Pueden ganar hasta ocho  mil pesos al mes si logran llegar de la correa a unos diez perros.

ENTRENADOR. El adiestramiento canino cada vez está más de moda, existe una cultura por que las mascotas estén entrenadas para convivir amigablemente en casa y cuando se enfrentan a otros animales en la calle e incluso se les enseña a socializar  y comportarse. Los costos varían, pero en promedio un entrenador cobra 5 mil pesos por diez sesiones de una hora. Por lo que el salario dependerá de cuantos perros se entrenan al mes, pero puede ser un muy buen negocio.

Deben tener conocimiento de la estética de las diferentes razas y saber tratar a los perros cuando se encuentran en baño o corte de pelo. Un trabajador de una estética canina gana entre mil y mil 500 pesos semanales. Un estilista por su cuenta cobra entre 100 y 400 pesos un corte, un estilista que prepare a un perro para competencia puede cobrar entre 500 y 3 mil pesos por perro.
 
ETÓLOGO. Un psicólogo canino o etólogo cobra generalmente por varias sesiones en paquete. Aunque por hora el costo va de los 120 pesos hasta 500 pesos, dependiendo del entrenador, el tipo de terapia que requiera y la zona donde se trabaja.
 
YOGA DOG. Se le conoce como Doga y se trata de una adaptación del yoga al mundo canino. El objetivo es liberar el estrés de los perros a través de esta disciplina  Empezó en Estados Unidos con un grupo de personas que decidieron pasar tiempo de calidad con sus mascotas mientras realizaban su ejercicio favorito.  En el Doga humanos y perros trabajan como una sola unidad, por lo que los humanos ayudan a los perros a lograr sus posturas y, a la vez, los perros también funcionan como instrumentos que facilitan las poses de sus amos. Aún es una práctica nueva, pero las clases se cobran desde 100 pesos la hora.