MÉXICO DF 24 DE JULIO DE 2015 (La Silla Rota).- Me importa una mierda. Cuando llegas a mi edad tienes que vivir la vida al máximo todos los días".
Sadie Sellers es la abuela que todos quisiéramos tener, pues su historia ha recorrido el mundo y se ha ganado el corazón de millones por su entusiasmo y carisma. ¿Por qué? a los 79 años, se escapó de la residencia para ancianos, Daleview House, con el único objetivo de tatuarse un corazón.
Su hombro izquierdo ahora presume un pequeño corazón morado, símbolo de valentía. Además, el tatuador, del Tattoo Studio 76, declaró que cuando terminó de hacérselo, ella le dijo que no había sentido nada.
Uno de sus hijos fue a visitarla, pero no la encontró por ninguna parte, su madre había huído en compañía de su nieta, quien también está tatuada, con tal de cumplir uno de sus sueños. Al ser cuestionada sobre qué pensaría su familia sobre lo que hizo, ella respondió:
“Me importa una mierda. Cuando llegas a mi edad tienes que vivir la vida al máximo todos los días".