MÉXICO DF 17 DE JULIO DE 2015 (La Silla Rota).- Hoy en día se ha comprobado que la cannabis tiene una infinidad de virtudes: desde el uso terapéutico hasta la construcción de viviendas.
Tal es el caso de la arquitecta alemana Monika Brümmer, quien en 1999 fundó Cannabric, un estudio ecológico de arquitectura que emplea principalmente el cáñamo, una de las fibras textiles más largas y resistentes del mundo, para sus proyectos.
Fabricando así bloques de cáñamo que no necesitan de pilares ni estructuras verticales para levantar las paredes, sustituyendo así al ladrillo convencional.
"Y cada vez surgen productos nuevos, como los pellets de elevada densidad 100 por ciento vegetales, que se utilizan para soleras secas o aislamiento acústico-térmico entre las plantas o en paredes con cámara", apunta la arquitecta.
Además, este material es resistente al fuego y a la humedad, volviéndose un eficiente regulador de temperatura que ayuda a crear otros productos resistentes.