México DF 12 de marzo de 2015 (lasillarota.com).- En los últimos años, la producción en el cine mexicano va en aumento, principalmente por los apoyos del Estado, que en el 2014 participó en 94 proyectos vía algún incentivo y sólo 36 películas fueron por inversión 100% privada.
El año pasado, el cine nacional cayó en asistentes y en estrenos de proyectos en comparación con el 2013, un año récord en el que Eugenio Derbez vendió 15.2 millones de boletos con ingresos por 600.3 millones de pesos gracias a su comedia ‘No se aceptan devoluciones’.
En 2013 se produjeron 130 películas nacionales, de las cuales sólo se estrenaron 68, lo que representa 33 proyectos menos que en el 2013. ¿Por qué? El problema de distribución y exhibición sigue siendo el rival a vencer para el cine mexicano.
En el 2014, las películas de Hollywood representaron 52 por ciento de los estrenos, con 87 por ciento de la asistencia total; mientras que el cine mexicano registró 17 por ciento de los estrenos, con 10 por ciento de la asistencia y el resto perteneció a cine de otros países.
Los datos que ofrece el Anuario Estadístico de Cine Mexicano 2014, proyecto a cargo del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), son reveladores.
“En el 2014 se registraron 68 estrenos nacionales, 33 menos que en el 2013 y apenas uno más que en el 2012. En el panorama de los últimos 15 años se advierte un crecimiento relevante, de 16 estrenos en el 2000 a 101 en el 2013 y de 68 en el 2014.
El cine mexicano no llega a los cines de los estados
Al revisar los estrenos de las películas en México, de inmediato resalta que en muchos estados de la República Mexicana el número va de 18 a 23 estrenos de películas nacionales. Vamos, en el Estado de México apenas llegaron 37 y eso que se encuentran cerca del Distrito Federal, donde se estrenaron 67 películas nacionales.
Uno de los principales retos que enfrenta el cine mexicano es que no cuenta con una adecuada circulación en salas de cine comerciales en los estados, a pesar de haberse demostrado su rentabilidad, con una amplia variedad de géneros y propuestas temáticas, se estipula en el anuario.
Sólo 22 por ciento de las 68 películas mexicanas estrenadas el año pasado se lanzó en todo el país.
En el país existen 5,678 pantallas, un aumento de dos por ciento con respecto al año anterior. Los estados que registraron mayor crecimiento fueron Veracruz, Morelos y Puebla.
Pero son las distribuidoras quienes llevan las películas a las salas de cine fuera de la capital del país.
Videocine es la empresa preponderante en la distribución de cine nacional. En el 2014 estrenó 12 películas, cinco más que en el 2013, y concentró una asistencia de 14,595 espectadores, aunque esta última cifra se redujo en comparación con el 2013, cuando se llegó a 19,017.
Sin embargo, existen otros distribuidores como Mantarraya o la Cineteca Nacional, que no arriesgaron mucho el año pasado. El primero, sólo distribuyó dos títulos frente a seis en el 2013, y la Cineteca se ubicó en una cifra muy lejana de los 19 títulos distribuidos en ese año, sólo se arriesgó con tres.
Cinépolis lo hizo con una película; Alphaville, con dos y Latam Distribución con cinco títulos.
Mientras tanto, las distribuidoras independientes pasaron de 10 títulos en el 2013 a 21 en el 2014.
Los altos costos de publicidad y el Virtual Print Fee, una cuota que los distribuidores pagan a los exhibidores (Cinépolis y Cinemex) cercana a 500 dólares por pantalla, vuelven complicado este trabajo.
Pero los cineclubes y los espacios alternativos siguen creciendo en el país. Según el anuario se registraron 380 videoclubes en total, 80 más que en el 2013; podrían ser la salida a gran parte del cine mexicano que ahora se queda enlatado.
Una buena noticia que dejó el 2014 es que se llegó a 352,000 espectadores en promedio por película; ocho lograron más de 1 millón de espectadores.
Aunque el cine mexicano no alcanzó su meta en el 2014 pese a que se hizo publicidad oficial, sí mejoró algunos promedios.
Por ejemplo, el Imcine esperaba cerrar el 2014 con 25 millones de boletos vendidos, pero se quedó en 24.6 millones, los cuales representaron una taquilla de 1,078 millones de pesos (en total, los ingresos en salas de cine comercial alcanzaron 11,237 millones), menos que en el 2013, cuando se registraron 1,277.5 millones de pesos y se vendieron 30.19 millones de boletos.
El público está respondiendo al cine mexicano, pero el problema sigue siendo la falta de ventanas en el circuito comercial. En este sentido, diferentes legisladores han propuesto una cuota de pantalla obligatoria de 10 por ciento para el cine nacional.
¿Sería esto último una solución? La discusión tiene varios años estancada, pero podría ser una buena oportunidad para revivir el tema.
Con información de El Economista.