TIJUANA BC 27 DE SEPTIEMBRE 2016 (AFN).- Antonia Torres González, promotora de la Comunidad Indígena Cucapá comentó que falta apoyo de parte de las instituciones para promover la cultura de los pueblos originarios.
El grupo étnico cucapá emigró a la región desde Estados Unidos hacia el año 1000 a.c., según datos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y en los últimos 400 años su territorio ha incluido el Río Hardy y el Delta del Río Colorado, en el Valle de Mexicali.
Cerca de 200 cucapás son los que viven en El Mayor, comunidad que se encuentra en el km. 57 de la carretera Mexicali- San Felipe, Baja California.
Desde 1979, Antonia decidió seguir el trabajo de su madre, Inocencia González Sáinz, quien en 1973 rescató la artesanía por enseñanzas de Juan García Aldama, el anciano que murió en 1990 a la edad de 125 años.
Tanto los hombres como las mujeres cucapá son artesanos, pero en la comunidad también hay pescadores.
"Nosotros trabajamos solo la chaquira y con ello fabricamos gargantillas, aretes, pectorales; eso es lo que nos enseñaron los ancestros. La chaquira llegó a nosotros en el siglo XVII, con los españoles y antes se elaboraba de piedra, de barro, de conchita del mar, traían los materiales del río Colorado o del Mar de Cortés", comentó Torres.
Con respecto a la comercialización de sus productos es complicado, dijo, ya que son caros y la economía es muy baja. Un pectoral tradicional cucapá llega a costar 20, 000 m.n. ya que las artesanas tardan 8 meses en tejerlo.
Torres comentó que una falda de sauce se comercializa en mil pesos y que para su elaboración se tiene que buscar el árbol que debió haber caído en luna llena. Informó que estas piezas solo las compran coleccionistas o instituciones como BANAMEX y CECUT.
Los obstáculos que ha encontrado en su trabajo de promotora cultural son la falta de apoyo de las instituciones, ya que no siempre que los invitan pagan sus viáticos.
"Yo soy quien promueve y tengo un grupo de niños que cantan y bailan: nos invitan, pero a veces no tenemos el dinero para mover el grupo; no nos envían para la gasolina o nos colocan en espacios que no son importantes, estos se les asignan a danzas más populares, se les olvida que somos el pueblo originario del Valle de Mexicali".
Por otro lado, Torres reconoce que hay algunos avances, ya que cuando los asisten a los festivales despiertan el interés en los asistentes que preguntan cómo llegar a la comunidad y de qué manera pueden conocer el museo Juan García Aldama.
"Las nuevas generaciones aprenden lengua, danzas. Mi mamá Inocencia les enseña los domingos lengua, yo soy el promotor del museo", informó Torres.
Con respecto a sus próximas actividades, la promotora dijo que no tienen agenda, que van a donde les invitan o cuando alcanza el dinero que ella invierte. "Se requiere más apoyo a los pueblos originarios, a su cultura y arte", concluyó.